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Unas 700 mil personas mueren por año por la resistencia antimicrobiana

Un microorganismo puede hacerse resistente a uno o más antimicrobianos, es decir, ser multirresistente. Ante esta situación, son pocos los antimicrobianos que pueden salvar la vida de una persona o un animal


Por Federico Luna

En algún momento de nuestras vidas es probable que todos hayamos recibido algún antibiótico para tratar una angina, neumonía o infección urinaria, un medicamento antiviral para una gripe o hemos desparasitado a nuestra mascota.

Los antimicrobianos, de uso tan común en la actualidad, hubieran evitado miles de muertes provocadas por infecciones durante la Primera Guerra Mundial. En ese entonces, las personas y animales morían sin contar con ningún tipo de tratamiento efectivo.

Paradójicamente, no es tan extraño pensar en una situación similar a la de aquellos tiempos debido a un fenómeno denominado resistencia antimicrobiana (RAM) que se está produciendo a nivel mundial.

La RAM se produce naturalmente cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) desarrollan la habilidad de defenderse de los antimicrobianos que tomamos para combatirlos.

Entonces, la enfermedad prospera y si nuestras defensas no son lo suficientemente fuertes, podemos llegar a perder la vida.

Actualmente, alrededor de 700 mil personas mueren por año en todo el mundo por enfermedades causadas por gérmenes resistentes.

Se estima que, de no tomar las medidas necesarias, para 2050 las muertes llegarían a 10 millones por año, superando la cantidad de decesos por cáncer.

Un microorganismo puede hacerse resistente a uno o más antimicrobianos, es decir, ser multirresistente. Ante esta situación, son pocos los antimicrobianos que pueden salvar la vida de una persona o un animal.

Lamentablemente, el panorama puede ser aún peor, ya que existen en el mundo bacterias llamadas panresistentes, que son aquéllas que logran resistir todos los antimicrobianos conocidos. Como resultado, los medicamentos se vuelven cada día menos eficaces y las infecciones, más difíciles de curar.

Desde 2014, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) forma parte de un equipo de trabajo junto con los institutos nacionales de Tecnología Agropecuaria (INTA), el instituto Malbrán y la Secretaría de Salud.

Lo integran médicos, veterinarios, farmacéuticos, biólogos y microbiólogos que vigilan a estas “súper bacterias” y dan recomendaciones a los profesionales de la salud para que actúen de la mejor manera cuando enferman a personas y animales.

El 60% de las enfermedades humanas infecciosas conocidas (causadas por microorganismos) tienen origen en los animales.

Es por esto que la RAM supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial y requiere de medidas por parte de todos los sectores del Gobierno y la sociedad.

Las principales recomendaciones se relacionan con mantener medidas de higiene como lavarse bien las manos, y con usar antimicrobianos únicamente por indicación de un profesional y a través de un diagnóstico adecuado.

Al utilizar antibióticos sin prescripción, tanto en medicina humana como veterinaria, contribuimos a que este fenómeno se siga perpetuando.

Por eso, es importante seguir las indicaciones para la toma de medicamentos, respetando la cantidad de días, la dosis y la frecuencia.

Es decir, aunque los síntomas disminuyan, no debe suspenderse ni modificarse la modalidad de la toma.

Asimismo, se recomienda visitar regularmente al veterinario para que vacune y desparasite a nuestra mascota y no utilizar medicamentos sin la indicación adecuada.

Médico veterinario. Dirección de Productos Veterinarios del Senasa

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