Por Alma del Universo / Especial para el diario El Ciudadano
Hay un renacimiento de la astrología y no es casualidad en una época donde el feminismo cuestiona si solo el conocimiento académico es el único conocimiento válido. La respuesta, ya sabemos, es negativa.
Este revivir está fogueado por diferentes rostros jóvenes que le han aportado al saber antiguo puntos de vista modernos que abandonan una práctica de la astrología con pretensiones de objetividad para convertirla en una herramienta de análisis político, social y personal.
La nueva astrología es humana y es militante. Eso lo sabe Gael Policano Rossi, o Astromostra, que presenta este viernes 6 de Diciembre su “Guía astrológica para sobrevivir en la tierra” (Ed. Alfaguara). Hay que sobrevivir, dice, porque la Tierra es un lugar hostil, lleno de capturas, lleno de explicaciones que te quieren amansar. Tiene sentido que este libro tenga entonces el ascendente en Acuario, el arquetipo de la diferencia, la ruptura, el cuestionar, lo colectivo y la revolución.
Esta nueva astrología que es políticamente consciente pone en duda primero la premisa homogeneizadora del sistema: somos todxs individualidades y eso es lo que Acuario celebra, eso es lo que conocer una carta astral implica y eso es lo que pone en jaque una forma de consumir de talles únicos, de escuelas normales y de patrones hegemónicos.
Quizás por eso una Guía para Sobrevivir sea una guía para encontrarse a unx mismx, es un ABC de la astrología donde antes que invitarte a “explicar” el mundo, me interesa más inventar el mundo, y que cada una de las personas que lo tengan en sus manos se sientan invitados a activarlo, jugar, entrar y salir, con sus tiempos y a su manera, dice Gael.
Es que necesitamos formas de apropiarnos del mundo que nos permita habitarlo sin violencia y sin urgencia, dos palabras -sinónimas a veces – que cruzan las redes sociales y los medios de comunicación. La manera en la que la astrología se construye nos invita a detenernos y observar, a pensar y preguntar, lo que siempre ha sido una práctica subversivay emancipadora de la verticalidad. Este libro, con la Luna en el signo del saber y el conocimiento, nos habilita a ello al abrir un espacio fuera de las publicidades permanentes y el bombardeo de información. No hay posibilidad de cuestionar cuando los sentidos están permanentemente activos, un poco como el temor de Aldous Huxley en Un mundo feliz.
Por eso es necesaria la astrología hoy, por eso es necesario un libro (cualquier libro) que nos permita preguntarnos por quiénes somos, por lo identitario, por las diferentes formas que el saber puede tomar. La astrología no es una práctica intuitiva ni es adivinatoria, es explorativa, validante de conocimientos que lo cotidiano se encarga de destruir, validante de formas de amar que el sistema no acepta. Validante de la unicidad y de lo que lo femenino ya hace tiempo sabe que es no todo puede mesurarse.
Con esta última ola del feminismo ha renacido la práctica de leer el cielo para leernos a nostrxs mismxs y no resulta extraño. Hay muchas preguntas que lo hegemónico jamás podrá responder precisamente porque en la masa no hay lugar para todxs.
La cita es este Viernes 6, a las 21 en ArdeLIbros (Sarmiento 783).
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