Policiales

Caso Dalmasso

Una testigo confirmó que se rumoreaba un romance entre Nora y un abogado

Se trata de Rosario Márquez, quien compartió con Dalmasso la última cena que mantuvieron varias amigas la noche del 24 de noviembre de 2006, y declaró, que la noche previa al crimen, circulaba un rumor acerca de un supuesto romance entre la víctima y el abogado Rafael Magnasco


Una amiga de Nora Dalmasso, la mujer asesinada hace 15 años en la ciudad cordobesa de Rìo Cuarto, declaró este martes que la noche previa al crimen circulaba un rumor acerca de un supuesto romance entre la víctima y el abogado Rafael Magnasco, entonces asesor de la secretaría de Seguridad provincial.

Se trata de Rosario Márquez, quien compartió con Dalmasso la última cena que mantuvieron varias amigas la noche del 24 de noviembre de 2006 y que se extendió hsta la madrugada del 25 en su casa, según recordó.

Durante su testimonio en el juicio que tiene como único imputado al viudo Marcelo Macarrón, el fiscal Julio Rivero le preguntó a la testigo si conocía a Magnasco, a lo que contestó que sí, para luego referirse al supuesto vínculo entre éste y Nora.

La mujer se refirió sobre sus dichos al respecto cuando declaró en la instrucción de la causa: “Yo dije que (Magnasco) era amante de Nora y que lo había escuchado de Silvana Masoero”, otra de las amigas que previo al crimen compartió la cena, recordó.

Magnasco, el primer imputado que tuvo la causa y quien para ese momento era asesor del entonces secretario de Seguridad Alberto Bertea, declaró la semana pasada en el juicio que no conocía a Dalmasso, y aseguró: “Me tiraron un muerto en la puerta de casa”.

Márquez recordó lo vivido con Nora la última vez que se vieron, cuando se juntaron a cenar en un restaurante céntrico con otras amigas. “Había una tormenta fuerte. Terminamos de comer y decidimos ir a casa tipo 2 de la mañana. Estaba muy cansada y se rompió la reunión. Esa fue la última vez que nos vimos”, relató la mujer, quien además es esposa de Gustavo Gagna, otro de los testigos citados para esta jornada por ser allegado a Macarrón.

Al ser preguntada sobre si conocía aspectos que hacen al crimen de Dalmasso, Márquez respondió: “Sé lo que todos saben, que a Nora la mataron”, y pidió que “se conozca quién la mató”.

Para esta audiencia, además de Márquez, se espera que declare su esposo Gagna, quien fue parte del grupo que, junto a Macarrón, participó de un torneo de golf en Punta del Este, Uruguay, para la fecha en que ocurrió el femicidio.

También fue convocada a testimoniar la suboficial de Investigaciones de la Policía provincial, Nancy Salinas, para exponer acerca de la pesquisa llevada a cabo.

Los voceros no descartaron que llegue a declarar hoy el testigo Ricardo Araujo -previsto para el pasado jueves y pospuesto por falta de tiempo-, quien había asegurado que el empresario Miguel Rohrer se encontraba en Buenos Aires en la fecha del crimen.

Los hijos de Macarrón y Dalmasso, Facundo y Valentina, señalaron a Rohrer como supuesto partícipe en el homicidio de la víctima.

Por el momento declararon en el juicio 33 testigos, un poco más del 10% de lo previsto para todo el proceso.

Macarrón está acusado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, que contempla una pena de prisión perpetua.

Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón instigó el crimen de su mujer motivado por conflictos matrimoniales y acordó con otras personas -aún no identificadas- su ejecución.

Para los acusadores, el viudo tuvo la intención de “obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte”.

El femicidio fue cometido entre las 20 del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, cuando el viudo se encontraba en el torneo de golf en Punta del Este.

En ese momento, al menos una persona ingresó en la casa de la familia, situada en el barrio Villa Golf, de Río Cuarto, donde atacó a Nora y “la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda”.

De acuerdo a la causa, el atacante la mató utilizando “el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación” y luego “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona.

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