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Tarjeta polémica

Una roja noqueó a Central y Boca se lo dio vuelta

El Canalla lo ganaba y controlaba las acciones hasta que el árbitro expulsó a Acevedo y el Xeneize lo terminó ganando.


La sensación de despojo es difícil de contrarrestar. Central le ganaba a Boca en La Bombonera 1 a 0. Pero a los 17 del complemento, el Canalla sufrió la expulsión de Lucas Acevedo tras una discutible decisión del árbitro Darío Herrera. Y la acción, polémica de por medio, produjo un quiebre en el desarrollo. El Xeneize que hasta ahí no le encontraba la vuelta al partido, con más empuje que fútbol, atropelló al Canalla y le dio vuelta el resultado. Fue 2 a 1 para Boca. Y Central, que lo ganaba bien, se quedó con las manos vacías.

De todos modos, más allá de lo acertado o no de la determinación de Herrera, el equipo que dirige Miguel Russo volvió a mostrar alta vulnerabilidad en la adversidad. Como había ocurrido hace menos de un mes, en el mismo escenario, y tras la expulsión del mismo Acevedo, cuando quedó con un hombre menos, el Canalla perdió forma y consistencia. Lo desbordaron. Aunque ayer, esa superioridad que mostró su rival estuvo más ligada a lo emocional que a lo futbolístico.

Lo que preocupa de la situación pasa también por las dificultades que no puede resolver el equipo en inferioridad numérica. Es cierto que no es sencillo aguantar un resultado ante un rival como Boca en su cancha. Pero lo del Canalla ayer fue demasiado frágil. Antes de la roja de Acevedo, hubo un Central práctico y efectivo. Que ganaba bien, sin desplegar un gran juego. El oportunismo de Valencia, y la precisión de Becker, parecían suficientes como para justificar el éxito. Pero después de la expulsión, todo se desmoronó.

La de ayer fue la tercera caída consecutiva en el torneo, donde Central ya no tiene chances de pelear por el título. La situación aparece apenas maquillada por el pasaje arrebatado a River para acceder a las semifinales de Copa Argentina, el jueves pasado.

De la triple competencia, sólo queda un frente en pie, a dos partidos de conseguir un título tras 20 años de sequía. El premio no parece poco. Pero en el horizonte cercano, asoma el clásico. Y con él, una necesidad de corregir errores cuanto antes, y de sacar adelante el único partido que le interesa al pueblo Canalla hasta el final de este campeonato.

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