Espectáculos

Estreno teatro

Una pareja en retrospectiva en medio de un triángulo amoroso

La dramaturga y directora teatral local Mariana Valci adelanta detalles de “Interminable secuencia del (amor) horror”, su primera obra en tono realista que verá la luz los viernes de marzo en La Manzana, y en la que se mezclan dos historias entre el pasado y el presente


“Esta es mi primera obra realista”, dice de antemano la dramaturga, directora, docente de teatro y Licenciada en Comunicación Social Mariana Valci, que el próximo viernes dará a conocer en La Manzana la nueva producción de Teatro Almibarado, su espacio de formación y producción teatral, titulada Interminable secuencia del (amor) horror, aunque en el original la palabra amor aparece tachada, porque la contradicción parece ser uno de los signos más radicales de este nuevo material.

Con dramaturgia y dirección de la prolífica Valci, la obra cuenta con las actuaciones de Leandro González, Celina Zarza, Lucía Morabito, Eluney Taganone y Pablo Ercolino, asistencia de dirección de Sofía Carozzi y fotografía de Ariel Smania.

En la trama de Interminable… se cruzan dos historias. Por un lado, la de Maite y Damián, que se encuentran en una disquería y hace un par de años que no se ven, y por otro la de sus padres.

“Se percibe la incomodidad en el aire; hasta el saludo les resulta forzoso, porque fueron pareja durante mucho tiempo, desde que eran adolescentes”, dice Valci acerca de esta pareja que se casó siendo ambos muy jóvenes y más allá de que se extrañan, se despiden, y nunca más volverán a cruzarse.

“A partir de este momento comienza la obra que es una retrospectiva de esta pareja, una relación de amor que se va desvaneciendo mientras otra florece. Damián planifica un futuro juntos: tener hijos, comprarse una casa, un auto, llevar los chicos al colegio; toda una fantasía convencional. Sin embargo, Maite conoce a Fernando que la lleva a replantearse esa vida en pareja”, sostuvo la dramaturga y directora. Y completó: “En esta historia romántica y desgarradora a la vez, como un paralelo tragicómico, se ve la vida de la madre y el padre de Maite; un matrimonio en decadencia, que por momentos se aman, en otros se agreden y en otros sólo se soportan. El juego de poder exagerado entre ambos, de lujuria tardía mezclada con sadismo, masoquismo y humor degradante, envuelve una violencia más psicológica que física en el contexto de una relación tóxica”.

“Buscaba escribir una historia de amor simple y sencilla; algo cotidiano, que podría pasarle a cualquier persona, pero que se vaya complejizando cada vez más, como una madeja que termina siendo una cárcel para Maite, de la que no puede salir”, profundizó Valci, quien una vez escrita la obra, se la entregó a los actores y actrices para abordar los textos desde distintos entrenamientos.

Regreso al realismo

Acaso por ser una de las estéticas más complejas de abordar, seguramente por parecerse demasiado a la vida real, el realismo naturalista no suele ser moneda corriente entre las poéticas que transitan las obras que se ofrecen en la cartelera local, más allá de que el realismo siempre aparece, atravesado por otras poéticas como el absurdo, el grotesco e incluso el expresionismo, entre más.


“La búsqueda estaba en romper con lo que venía trabajando como directora. Mis obras, por lo general, se apartan del realismo jugando con rupturas temporales del relato, repeticiones y actuaciones, aunque orgánicas, exacerbadas e irónicas. Y esta vez quise probar algo distinto. La historia de la obra es realista: un drama romántico”, dijo Valci acerca de este nuevo material con saltos en el tiempo y en el espacio pero sin perder la linealidad o continuidad, donde la escenografía, minimalista, intenta reflejar la cotidianeidad de una casa de clase media.

“Las actuaciones van por dos canales: por un lado, el triángulo amoroso, Maite, Damián y Fernando con registros naturalistas, casi sin matices los hombres y ella, siempre anclada en la debilidad y la fragilidad. El padre y la madre, por otro lado, trabajan el exceso, la violencia y el humor”, dijo en relación con los registros de actuación que transitan los personajes.

“Justo en marzo también volvemos con la obra Trauma. Una polimorfa manera de amar. Es una obra que escribí en 2017 y estrenamos en 2018. Hasta ahí yo venía trabajando, desde la escritura y desde los registros de actuación, sin cuestionarme nada. Si repetía algunos recursos, estaba bien, porque era mi búsqueda poética”, explicó Valci de cara a este cambio en la forma narrativa de su producción dramática. Y continuó: “Las tramas de mis obras hasta ese momento iban y venían de lo trágico a lo cómico, por momentos desviándose de una supuesta lógica, es decir corriéndose de un relato lineal, y en otros momentos aparecían acciones absurdas que no acompañaban la narrativa. La repetición como recurso estaba en las situaciones de distintos momentos de la obra. Tanto en los textos, es decir diálogos repetitivos hasta agotarse pero que cada vez revelan algo nuevo, como en las acciones. Y esta vez busqué contar una historia de amor, un dramón, manteniendo tres personajes en un registro naturalista, el triángulo amoroso, la madre y el padre en un registro grotesco. El relato es lineal y si bien se trabaja la repetición de textos se concreta desde una lógica narrativa donde todo está fundamentado”.

La cuestión de género

Por lo general, las protagonistas de las obras de Valci suelen ser mujeres a las que expone en un sinfín de situaciones que, más allá de los registros que utiliza, las muestra en toda su potencia y vulnerabilidad.

“Una amiga militante feminista me dijo un día: «Todas tus obras son feministas». Obviamente que la producción artística refleja la ideología de quien la crea, pero empecé a preocuparme por no caer en lo panfletario. Me irrita como espectadora cuando una obra me baja una línea directa y me dice lo que tengo que pensar. Lo que me gusta como espectadora y está en mi búsqueda es, justamente, la provocación, que me muevan la estantería, el sacudón que me ayude a cuestionarme, porque si la obra es panfletaria eso no se logra”.

Para agendar 

Interminable secuencia del (amor) horror, con dramaturgia y dirección de Mariana Valci, se presentará todos los viernes de marzo, a partir de las 21.30, en el Teatro de la Manzana, de San Juan 1950, con entradas populares

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