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Una ofensa que une a los musulmanes

La amenaza de quemar el “Corán” en EE.UU. desató advertencias y preocupación.

La intención de un grupo evangélico estadounidense de quemar el Corán el 11 de septiembre desató ayer severas advertencias, sobre todo en Irán y en el comando de las fuerzas internacionales en Afganistán, que teme por la vida de los soldados estadounidenses en ese país. El Dove World Outreach Center (“Alcanzar un mundo de paz”), iglesia bautista ubicada en Gainesville (Florida, sudeste), prevé quemar en público un ejemplar del Corán el sábado, en el noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Si este proyecto fuera llevado a cabo serviría de propaganda a los talibanes en Afganistán y reforzaría el sentimiento antiestadounidense en el mundo musulmán, advirtió el general David Petraeus, comandante en jefe de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) y de las tropas estadounidenses en Afganistán.

“Estoy muy preocupado por las posibles repercusiones en el caso de que quemen un (ejemplar del) Corán”, advirtió Petraeus.

“Esto podría poner en peligro tanto a las tropas como el esfuerzo global en Afganistán. Es precisamente este tipo de acciones que los talibanes utilizan y esto podrían generar problemas significativos”, añadió.

“Tomamos con seriedad las palabras del general”, afirmó por su parte el pastor de la iglesia bautista, Terry Jones. No obstante, respecto de sus intenciones de quemar el Corán, dijo: “Estamos firmemente determinados a hacerlo, aunque al mismo tiempo rezamos por este asunto”.

Por otro lado, el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbas afirmó ayer: “La quema del Corán pone a nuestras tropas (estadounidenses) en un camino peligroso; cualquier tipo de actividad como ésta que ponga en peligro nuestras tropas en un camino peligroso sería una preocupación para este gobierno”. Asimismo, el secretario general de la Otán, Anders Fogh Rasmussen, condenó la iniciativa afirmando que representa una amenaza para las tropas en Afganistán.

Por su parte, Irán advirtió que semejante acto desataría reacciones “incontrolables”.

“Aconsejamos a los países occidentales que impidan la explotación de la libertad de expresión para insultar los libros sagrados, de lo contrario los sentimientos que esto provocaría en las naciones musulmanas no podrían ser controladas”, afirmó el portavoz de Asuntos Exteriores de Teherán.

En Indonesia, país con mayor población musulmana en el mundo, la minoría cristiana también teme tensiones.

La Unión que agrupa a 20.000 iglesias cristianas protestantes de Indonesia envió una carta al presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, para exhortarlo a intervenir en este caso.

Un centenar de radicales manifestó a fines de agosto ante la embajada de Estados Unidos en Yakarta y amenazó con desatar una guerra santa si el Dove World Outreach Center, creado en 1986 y que acusa al Islam de ser una “religión diabólica” y de querer dominar el mundo, insiste en su proyecto de quemar un Corán.

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