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Una odisea de 70 días y un rescate que hizo historia

En menos tiempo del que se presumía los trabajadores atrapados pudieron reencontrarse con los suyos. Excelente acompañamiento profesional en el rescate Rosario vivió con emoción el rescate de los mineros Yonny Barrios, el minero con dos mujeres, fue recibido por su amante Bachelet emocionada por los mineros El estado de salud de los mineros es “más que satisfactorio” La prensa de todo el mundo transmite el rescate de los mineros

Los 33 mineros rescatados de las profundidades de la mina San José, donde permanecieron confinados durante 70 días tras padecer dos derrumbes que clausuraron el ingreso al socavón y luego el ducto de ventilación por el que pensaban autoevacuarse, se encuentran en un “estado más que satisfactorio”, salvo un caso que presenta “una neumonía aguda” y otros dos que deberán ser “sometidos a cirugías dentales muy invasivas”, dijo anoche el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, cuando estaban siendo izados a la superficie los últimos trabajadores.

La mina San José, de donde se extraía mineral de cobre y oro, está en el desierto de Atacama, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Copiapó, en el norte de Chile, donde 33 operarios vivieron una odisea que concitó la atención del mundo entero y que concluyó ayer con el rescate a través de una perforación de unos 60 centímetros de diámetro y casi 700 metros de extensión hasta un lugar próximo al refugio donde sobrevivieron desde el 5 de agosto en el hecho de estas características más prolongado que registra la historia.

Desde allí los mineros atrapados, asistidos por rescatistas que bajaron para ayudarlos a prepararse para volver a la superficie, fueron siendo izados uno a uno dentro de una jaula especialmente construida para protegerlos en el largo trayecto que recorrieron en unos quince minutos.

El primero en salir del encierro fue Florencio Ávalos, a quien siguió en la próxima hora Mario Sepúlveda, el más exultante. En cuarto lugar fue evacuado Carlos Mamani, el único de los trabajadores extranjeros, a quien ayer por la mañana visitó en el hospital de campaña montado en el campamento el presidente de su país de origen –Bolivia–, Evo Morales.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, estuvo en el lugar todo el tiempo que duró la operación, recibiendo a cada uno de los mineros mientras iban emergiendo y saludándolos con un efusivo abrazo.

Los familiares de los trabajadores, que habían montado en las inmediaciones un asentamiento precario que denominaron Campamento Esperanza en el que permanecieron todo el tiempo que demandó realizar la perforación por la que se practicó el rescate, se quedaron en su mayoría en el sitio hasta que concluyó el operativo, en una muestra de conmovedora solidaridad para con el grupo.

El rescate propiamente dicho se inició poco antes de la medianoche del martes con el descenso del primero de cinco rescatistas enviados en la cápsula Fénix 2 hasta el lugar donde aguardaban los mineros, y Ávalos, el primero de los evacuados, llegó a la superficie a las 0.10 de la madrugada de ayer.

Una impecable cobertura de la televisión chilena permitió llevar a todo el mundo los detalles de la operación, incluso con imágenes del interior de la mina cuando los trabajadores eran introducidos en la jaula en la que eran izados.

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