Ciudad

Una noche a todo brillo

Luces, fuego, agua, todo eso que los rosarinos eligen de manera especial ocurrió en el parque Independencia, al son de la Orquesta de Cámara Municipal.

Fue una noche especial frente al laguito del Parque Independencia. Allí, donde año a año se enciende el arbolito más grande el tradicional 8 de diciembre una fiesta de luces, colores y música donde se estrenó un nuevo escenario, en el mismo espejo de agua. La convocatoria superó lo imaginable. El público podía verse desde donde comenzaba el agua hasta la vereda. Reposeras, mesas, lonas, todo estaba dispuesto para pasar una noche de picnic bajo las estrellas. Pero hubo muchos que ya no encontraron lugar para acomodarse y buscaron refugio a la vera del árbol de navidad, en Pellegrini y Oroño, esperando que las 2.700 luces con las que cuenta este año se encendieran e iluminaran la noche.

Sobre el lago, algunos botecitos servían de platea a funcionarios, mostrando una escena original y única, para todo público.

Luego, el escenario fue ocupado por la Orquesta de Cámara Municipal, dirigida por el maestro Fernando Ciraolo, que junto con el solista Leandro Curaba lograron emocionar al público. Pero no se trataba de un auditorio silencioso. Es que desde el sector del laguito lindero con el Jardín de los Niños comenzaron a aplaudir, haciendo notar que no se escuchaba. Fue entonces que el volumen dobló su potencia, lo que fue festejado con aplausos. La orquesta, que este año rendía homenaje al tango, tocó varios temas de Ástor Piazzolla, música que sirvió de presentación para el maestro Cholo Montironi, que fue ovacionado.

Un toque de color lo pusieron los objetos fosforescentes, de esos que brillan en la oscuridad, que vendían adolescentes en el parque. La gente, que los compraba, jugaba con ellos en la noche, hasta que las luces se apagaron por completo y el público brillaba con sus pequeños objetos lumínicos a lo que se sumaron los celulares.

Luego, el arbolito tradicional de bulevar Oroño y Pellegrini encendió sus 2.700 lámparas, a lo que se sumaron figuras navideñas y un cometa que salió desde la montañita del parque “como queriendo ganar el cielo”. Y las aguas danzantes hicieron su acompañamiento con los villancicos.

Luego, volvió la orquesta al escenario y tocó varios temas de Piazzolla y una selección de milonga. Para terminar, los fuegos artificiales estallaron, cerrando la noche.

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