El Hincha

En el recuerdo

Una noche a pedir del Matador: en 1975 Central eliminó a Newell’s de la Libertadores

Con gol de Mario Alberto Kempes el Canalla se quedó, un día como hoy pero hace 45 años, con un desempate frente al clásico rival que le permitió llegar a las semifinales del certamen


Hoy cuesta imaginar dónde y cómo se jugaría. La locura que se desataría entre los hinchas y las presiones que recaerían sobre los protagonistas. Pero en el fútbol “de antes” estas situaciones se vivían de otra manera. Un día como hoy de 1975, hace 45 años, Rosario Central y Newell’s protagonizaron un juego de desempate para ver quién avanzaba a las semifinales de la Copa Libertadores. Y los auriazules se quedaron con el pasaje tras imponerse por 1 a 0.

El único gol del Clásico fue obra de Mario Alberto Kempes. Y el encuentro contó con hinchas de ambas parcialidades y se disputó en Arroyito por sorteo. Tras terminar la fase de grupos de la competencia con la misma cantidad de puntos, los dirigentes de ambos clubes optaron por resolver la localía con una “moneda al aire” antes de trasladar el derby rosarino a un estadio neutral de Buenos Aires.

Hay un antecedente similar que se dio hace poco tiempo. Aunque en una competencia de menor envergadura que la Copa Libertadores. Fue el 1º de noviembre de 2018, cuando Central y Newell’s se midieron por los cuartos de final de la Copa Argentina. Y ese Clásico, a diferencia de aquel desempate de Libertadores, se jugó a puerta cerrada en cancha de Arsenal de Sarandí. El duelo, como el de 1975, también fue para los auriazules, que se impusieron por 2 a 1 con goles de Germán Herrera y Fernando Zampedri.

“Los equipos rosarinos terminamos la fase de grupos de la Copa con la misma cantidad de puntos, aunque nosotros teníamos una mejor diferencia de gol, el reglamento especificaba que debía jugarse un partido extra de desempate”, recuerda el Matador Kempes en su libro respecto de la previa de aquel histórico Clásico de Libertadores.

El Central de Carlos Timoteo Griguol marchaba invicto en la competencia, integrando el grupo 1 junto a su clásico rival y los equipos paraguayos de Olimpia y Cerro Porteño. Hasta el desempate, el Canalla había derrotado a Cerro Porteño (2 a 1 en Rosario y 3 a 1 en Paraguay), empatado con Olimpia (1 a 1 en Arroyito y 0 a 0 en Asunción), y también terminó igualando en ambos partidos con Newell’s (1 a 1).

En esos años la Libertadores se jugaba con dos equipos por países en cinco zonas de cuatro. Y el ganador de la anterior edición esperaba en semifinales a los cinco primeros de la ronda inicial.

En aquel clásico de la Libertadores para definir el primer lugar del grupo, el equipo de Griguol formó con: Carlos Biasutto; José Jorge González, Aurelio José Pascuttini, Daniel Killer y Mario Killer; Carlos Aimar, Eduardo Solari, Hugo Zavagno y Ramón Bóveda; Roberto Cabral y Mario Kempes. El único cambio se dio a siete minutos del final, cuando Víctor Mancinelli ingresó en reemplazo de Bóveda.

Cuando iban 22 minutos del segundo tiempo Roberto Cecilio Cabral lanzó el centro a Mario Kempes para que el Matador convirtiera el que sería el único gol del partido. Y aunque fue un tanto determinante y nada menos que ante el clásico rival, la conquista no “prendió” tanto en el hincha como otras. Por ejemplo, el Pirulazo, el gol de Germán Rivarola que sirvió para eliminar a los rojinegros en la primera fase de la Sudamericana 2005. O el propio tanto de Chaco Herrera, con el que los auriazules abrieron el camino de la victoria en cuartos de final de Copa Argentina de 2018.

De todos modos, aquel de Kempes en el desempate copero del 75, fue largamente celebrado por el hincha canalla. Esto más allá de que Central quedó eliminado en la semifinal de la Libertadores. En esa instancia, los de Arroyito compartieron zona con Independiente y Cruzeiro de Brasil. Y quedaron en el camino hacia la definición por diferencia de goles, ya que hubo triple empate en el primer lugar. Avanzaron los de Avellaneda, que más tarde se quedaron con el título tras vencer a Unión Española de Chile en un tercer partido de desempate que se jugó en Asunción de Paraguay.

Kempes lo volvió a hacer 20 años después y con 41 pirulos

El que anotó en el desempate de la Libertadores del 75 ante Newell’s no fue el único gol trascendente de Mario Kempes al clásico rival. Hubo otro que, aunque se dio en el marco de un amistoso, se celebró muchísimo en el Mundo Central. Y tal vez permanezca más vívido en la memoria del hincha canalla.

Fue hace poco más de 25 años, la noche del 8 de febrero de 1995, cuando el Matador tuvo su partido despedida en Arroyito. Ese día, en el Gigante hubo derby amistoso para homenajear a Kempes, que con 41 años se dio el gusto de anotar el único gol de un partido que no terminó por incidentes.

Kempes es el segundo goleador en la tabla histórica de artilleros del club en la era profesional. El cordobés convirtió 94 goles en 123 partidos disputados, 4 menos que Waldino Aguirre, que se encuentra a tope de ese escalafón.

Aquella noche de febrero, en su partido homenaje, Kempes cabeceó un centro de Sergio Panchito Fernández y anotó el único gol del encuentro amistoso ante Newell’s. En el complemento, el cotejo debió ser suspendido por incidentes registrados en las tribunas del estadio que ocupaba la parcialidad leprosa.

Aquel equipo que conducía Pedro Marchetta, esa noche formó con: Roberto Abbondanzieri; Diego Ordoñez, Jorge Balbis, Federico Lussenhoff, Juan Jara; Roberto Molina, Omar Palma, Pablo Sánchez, Sergio Fernández; Darío Scotto y Kempes.

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