Una bala le atravesó la rodilla a una nena de 9 años que estaba sentada en la puerta de su casa de zona oeste cerca de las 21 de este miércoles. Tras el impacto la niña se desplomó y comenzó a llorar, sin que su mamá y su abuela entendieran qué le pasaba, hasta que le encontraron la herida y la llevaron de urgencias al hospital. Los médicos dijeron que el plomo entró y salió por partes blandas sin tocar huesos. Los investigadores desconocían de dónde salió el disparo y la hipótesis que manejaban es que se trató de una bala perdida de alguna balacera cercana al lugar. Que el destino de esos plomos haya sido el cuerpo de una menor volvió a encender la alerta con cifras alarmantes. Según estadísticas de la concejala justicialista Norma López, en el primer semestre de 2019 fueron alcanzados por proyectiles 16 niños y un 44% de los hechos ocurrieron en zona oeste.
Cerca de las 21 de este miércoles, Keila S. se encontraba sentada en unan silla en la puerta de su casa, en Ituzaingo al 7100, cuando cayó a la vereda y comenzó a llorar. Su mamá y su abuela la asistieron de inmediato sin entender qué le pasaba. Al revisarla le encontraron dos orificios en la rodilla derecha e interpretaron que fue un disparo que la atravesó. Enseguida la llevaron en el auto de un vecino al policlínico San Martín, donde le brindaron los primeros auxilios y como no tenían ambulancia disponible, les pidieron a los familiares que la trasladen de forma particular al hospital de Niños Víctor J. Vilela donde quedó internada, según contó Liliana, la abuela de la niña, a un noticiero local. La mujer dijo no recordar haber escuchado disparos, sólo algunos ruidos “que parecían bengalas”.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que el hecho es investigado por la Unidad de Flagrancia en turno quien se solicitó intervención del gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) para el levantamiento de rastros y la toma de testimonios. Según dijeron lograron recolectar datos de interés y ordenaron medidas bajo reserva.
Cifras que alarman
En el mes de agosto, Norma López planteó la problemático en el Concejo Municipal donde mostró estadísticas alarmantes. “En 2017 ingresaron 23 niños baleados en el hospital de Niños Víctor J. Vilela, en 2018 hubo 17 casos, y en el primer semestre de 2019 ya son 16. Esos números, fríos en sí mismos, hablan de niños menores, la mayoría de entre 10 y 14 años”, dioj la edila tras tildar la situación de “terrible y alarmante”.
Entre los últimos casos se encuentra el de Francesca, una niña de un año y medio que terminó internada en terapia intensiva tras recibir un disparo en el estómago. La bebé estaba dentro de su casa de barrio Tablada cuando balearon el frente y uno de los plomos atravesó la puerta y la hirió, en pasaje Iberia y Esmeralda.
Otro caso conmovedor fue el de Benjamín, un niño de ocho años que resultó herido de una bala perdida en la cabeza. El chico estaba a punto de jugar un partido de fútbol en el club Pablo VI cuando cayó herido por el proyectil. Benjamín pudo recuperarse y ya volvió a su casa
En Santa Fe, el domingo pasado una bala perdida le dio en la cabeza a Jonathan, de cuatro años, en el barrio San Agustín. Desde entonces el niño continúa internado en terapia intensiva con respirador. Pese a lo delicado de su salud, los médicos dijeron que su evolución es favorable.
Comentarios