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Una mujer se arrojó del auto para evitar secuestro exprés y fue baleada

La víctima iba con su hermana y una amiga por el barrio bonaerense de Mataderos. Al ser interceptada por delincuentes, intentó huir. Le dispararon en el pecho y escaparon. Las otras mujeres fueron brutalmente golpeadas.

Una mujer fue herida de un balazo cuando se arrojó del auto en el que era llevada cautiva, junto a su hermana y una amiga, por dos delincuentes que instantes antes las habían abordado con fines de robo en Florida, partido de Vicente López.

Las otras dos mujeres, en tanto, fueron brutalmente golpeadas por los delincuentes, quienes las arrojaron del auto al llegar a la zona porteña de Mataderos, y escaparon.

La baleada, identificada como Adriana Archierín (40), fue internada en el hospital Santojanni a la espera de ser sometida a una operación, ya que el proyectil le perforó un pulmón, mientras que su hermana, María Julia (39), también fue hospitalizada debido a fuertes golpes recibidos y esta tarde sería dada de alta.

El hecho se inició cerca de la medianoche, cuando tres ladrones a bordo de Peugeot 206 se cruzaron en el camino de las hermanas Adriana y María Julia Archierín y de su amiga Patricia Aguilera (52), quienes se trasladaban en un Peugeot 308 blanco por Florida, tras haber cenado en la casa de los padres de las primeras.

Los delincuentes bajaron de su auto, amenazaron a las mujeres y dos de ellos abordaron el auto que era conducido por Aguilera, tras lo cual se las llevaron a las tres cautivas.

Los asaltantes, secundados por el tercer cómplice que iba detrás en el otro auto, tomaron por la avenida General de Paz en dirección al Riachuelo, mientras les requerían a la conductora del auto su dirección para ir a su casa a robar dinero.

Como la mujer les dijo que vivía en el barrio de Caballito, los asaltantes se dirigieron hacia esa zona, pero al pasar por un puesto policial ubicado en el cruce de General Paz y Emilio Castro, la mayor de las hermanas Archierín se arrojó del rodado en movimiento para pedir auxilio.

En ese momento, uno de los delincuentes le efectuó un disparo que aparentemente le ingresó por la espalda y le perforó un pulmón, añadieron las fuentes.

Los asaltantes prosiguieron la huída con las otras dos mujeres cautivas, a quienes golpearon brutalmente cuando empezaron a gritar al escuchar disparos.

Al llegar a la bajada de Juan Bautista Alberdi, los asaltantes optaron por tirar a las otras dos mujeres del auto y más adelante, en Montiel al 1500, abandonaron el Peugeot 308 y escaparon en el 206 en el que iba su cómplice.

Las dos mujeres golpeadas pidieron ayuda a un colectivero, que las alcanzó hasta un puesto policial ubicado en Alberdi y General Paz, donde solicitaron ayuda.

Una ambulancia trasladó a las tres víctimas al hospital Santojanni, donde todas ellas debieron recibir atención médica.

Esta mañana, el padrastro de las dos hermanas capturadas, Eduardo Storni, contó a la prensa que los delincuentes eran muy agresivos y que “la idea que tenían era ir a la casa de Patricia (Aguilera) porque querían que les diera 20 mil dólares”.

Storni dijo que “la peor parte se la llevó Adriana”, quien resultó baleada, aunque contó que cuando las otras dos mujeres vieron que el ladrón disparó, empezaron a gritar y fueron muy golpeadas.

“A la hermana (María Julia Archierín) para que no gritara le pegaron mucho en la cabeza, la hirieron, y a la otra también, tiene golpes por todos lados”, detalló. Según el hombre “entre ellos (los delincuentes) se decían `para qué les tiraste´” y luego tiraron a las otras dos mujeres del rodado.

“A nosotros nos avisaron a las 0:30 y cuando vinimos a ver ya estaban en el hospital. A Adriana le pusieron una sonda para que drene la sangre del pulmón y ahora lamentablemente la van a tener que operar”, dijo Storni.

Sobre el hecho, el padrastro de la herida dijo que “la idea de los delincuentes era ir a la casa de Patricia (Aguilera), les pedían 20 mil dólares. Patricia les dijo de ir hasta un cajero pero ellos le dijeron `queremos plata grande´”.

Storni contó que si bien la mujer les advirtió que en la zona de su casa, en Caballito, había mucha vigilancia, a los delincuentes no les importó y decidieron ir igual hacia allá. Incluso, relató el hombre, uno de ellos dijo: “Matamos tantos vigilantes que uno más no hace nada”.

Para Storni se trató de un hecho al “voleo”, ya que poco antes de iniciado las tres mujeres habían salido de su casa. “Sino cuando salían de mi casa las hubieran interceptado ahí para entrar, pero no”, concluyó.

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