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Una mujer fue secuestrada y violada por un indigente

La víctima padece trastornos psiquiátricos y fue llevada mediante un engaño al lugar en que fue encontrada.

Un indigente de 60 años que desde hace casi un año vive en un campamento que armó en la puerta de la Dirección de Tránsito, en la plazoleta de Moreno y 27 de Febrero, violó a una vecina de su misma edad que padece problemas psiquiátricos y la dejó maniatada y amordazada en el interior de su carpa. El tormento comenzó alrededor de las tres de la madrugada de ayer y terminó unas cinco horas más tarde, cuando la mujer logró aflojar el cancán que le tapaba la boca, pidió auxilio y fue socorrida. Su captor, quien también sufriría trastornos psíquicos, quedó detenido a disposición de la Justicia, que lo imputó de privación ilegítima de la libertad y abuso sexual agravado por acceso carnal.

Los vecinos de la cuadra no salían del asombro: Mingo, el hombre que pasaba día y noche sentado en el banquito de la plaza sobre el que construyó un vasto campamento que le servía de hogar, había sido detenido por un delito horroroso: tenía cautiva a una mujer de 60 años, amordazada y atada pies y manos, y había abusado sexualmente de ella.

“No parecía un tipo malo”, dijo uno de los comerciantes de la cuadra que, al igual que sus vecinos, conocía desde hacía meses a Mingo. “Se ganaba las chirolas cuidando motos; además todos lo ayudábamos donándole ropa y comida”, continuó.

Es que Mingo no dejaba de ser un personaje simpático. El dato que más llamaba la atención de la gente del barrio era el cuidado que el indigente daba a su perro. “Algunos dicen que le pegaba, pero en verdad lo cuidaba mucho: la semana pasada lo llevó al Imusa, le puso un chip y lo hizo castrar”, recordó uno de los comerciantes que hace poco le había regalado un par de zapatos nuevos, al tiempo que otro vecino deslizó que desde que Mingo estacionó ahí no hay robos en la cuadra.

Privación de libertad y violación

La oficial Mariel Arévalo, a cargo del Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales –más conocido como comisaría de la mujer–, confirmó que la mujer fue golpeada y violada, y que además recibió un trato violento, ya que conservaba las marcas que las ataduras le provocaron en las muñecas.

La titular del CAVDS dijo también que la víctima es una persona que padece una enfermedad psiquiátrica y que vive sola, con la única atención de una señora que la atiende dos veces a la semana. De todas formas, explicó Arévalo, la mujer pudo brindar un “relato coherente” de lo ocurrido.

De acuerdo con sus dichos, alrededor de las tres de la madrugada de ayer se encontró con Mingo, a quien ya había visto en otras oportunidades, aunque esta vez se dejó convencer y lo acompañó hasta su campamento. Fue así que la mujer, que vive en las inmediaciones de 27 de Febrero y Paraguay, caminó unas cinco cuadras hasta la carpa y recién al llegar fue atacada por el hombre, quien le había prometido brindarle información sobre una persona cuya identidad no trascendió.

El comisario Silvio Marciani, titular de la seccional 5ª, con jurisdicción en la zona, dijo que Mingo tiene antecedentes penales por amenazas, y mencionó que en las últimas semanas había estado al menos en dos oportunidades en el hospital mental de Oliveros, donde había sido derivado desde el hospital Centenario.

La mujer fue socorrida luego de que empleados de Parques y Paseos escucharan sus pedidos de auxilio desde el interior de la carpa. Es que la víctima aprovechó que su captor había salido a buscar agua caliente y pudo emitir sonidos que fueron escuchados, en una cuadra de mucho tránsito.

Sobre el hecho, el uniformado mencionó que el indigente utilizó un arma blanca para reducir a su víctima, quien, cuando fue liberada por efectivos del Comando Radioeléctrico, tenía las prendas bajas y el corpiño corrido.

Entre los elementos que se incautaron, además de una carpa de grandes dimensiones, se secuestraron tres bicicletas, varios bolsos con ropa, mochilas y reposeras.

El perro de Mingo, una cruza de dogo argentino color blanco, estaba amarrado a una silla y quedó a disposición del Imusa.

Vulnerables

“Qué estúpida que fui”, dijo en su testimonio la mujer que fue víctima del ataque del indigente, quien además brindó algunos detalles que le llamaron la atención, como el orden y la limpieza que encontró en el interior de la carpa.

Pero, además del episodio que le tocó vivir ayer, la mujer también contó otras cosas de su vida. Dijo que a la edad de 20 años supo que tenía “poderes paranormales y supranormales”, y que, tras consultarlos con un cura, éste le recomendó que acudiera a un médico. De hecho, hasta hace seis años, la mujer estuvo internada en una clínica psiquiátrica de la zona sur, y luego fue dada de alta. Ahora vive sola en su domicilio particular.

Hasta ayer, la víctima permanecía internada en el hospital Roque Sanz Peña, mientras que la Policía intentaba comunicarse con un hermano de la mujer que vive en la ciudad entrerriana de Paraná.

En ese sentido, Arévalo resaltó la situación de “vulnerabilidad extrema a la que está expuesta la mujer” y también Mingo, quien vive en la indigencia y presenta algunos indicios de trastornos psíquicos, aunque al cierre de esta edición los profesionales no se habían expedido sobre este punto.

El hecho recayó en el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación, a cargo de Juan Carlos Vienna.

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