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Una muestra sobre la obra del artista ítalo-argentino Lucio Fontana 

En “Lucio Fontana. Los orígenes”, muestra inaugurada recientemente en el Museo Castagnino en el marco del 83° Congreso Internacional de la Sociedad Dante Alighieri, se pueden apreciar obras del destacado artista que dan cuenta del vínculo entre Italia y Argentina


En la búsqueda por reconstruir los primeros años de la carrera artística de Lucio Fontana, como así también construir un recorrido simbólico que dé cuenta del vínculo cultural entre Italia y Argentina, desde el último domingo se puede visitar en el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino una exposición que narra los inicios de la carrera de este artista internacional nacido en Rosario.

Denominada Lucio Fontana. Los orígenes y curada por Valentina Spata y Chiara Barbato a partir de una idea de Alessandro Masi, la exposición tiene como objetivo retomar el inicio de la carrera creativa del artista y su formación entre Italia y Argentina ilustrando sus vínculos con ambas patrias. Los dibujos y bocetos de obra en exhibición, circunscriptos en un arco espacio temporal de unos veinte años de trabajo (1938-1959) constituyen una selección en la que la expresión gráfica, la investigación dimensional y los resultados obtenidos por el artista abren un extraordinario e inédito espacio de novedad suspendido entre las pruebas anteriores y las futuras, demostrando de esta manera el fundamento de sus pesquisas.

Ocupando un sector de la planta baja del edificio ubicado en la intersección de Pellegrini y Oroño, donde hasta hace pocas semanas estuvo instalada la muestra Diario gráfico de Guillermo Roux, Lucio Fontana. Los orígenes, siguiendo un criterio filológico concreto y circunscripto a un arco espaciotemporal expone 64 dibujos de Lucio Fontana, todos ellos procedentes de una donación que Teresita, su mujer, realizó en 1988 al Centro Studi e Archivio della Comunicazione, de la Universidad de Parma (Italia).

“(Las obras) son el más alto testimonio de la producción gráfica de Lucio Fontana, en particular la de su segunda instancia en Argentina, que abarca de 1940 a 1947. Se trata de un corpus específico de lápices y tintas sobre papel que representan una fase crucial de su trayectoria artística y preceden a su etapa menos conocida, que empieza con la publicación de Manifiesto blanco (1946) y llega hasta la invención de los «agujeros», los «conceptos espaciales», y por último los célebres «cortes»”, resalta el propio Alessandro Masi, secretario general de la Dante Alighieri Sede Central en el catálogo que acompaña la muestra.

La exposición local está dividida en cinco secciones: Figuras, Escenas campestres y animales, Desnudos, Escenas de interiores, Estudios para composiciones y Estudios para instalaciones arquitectónicas y decorativas. Además visibiliza obras pertenecientes a la propia colección del museo anfitrión: las esculturas Mujer peinándose y Muchacho del Paraná, el célebre óleo sobre lienzo Concepto espacial y un bronce sin título que retrata al pintor Julio Vanzo.

Lucio Fontana. Los orígenes, justamente, se desarrolla en el marco del 83° Congreso Internacional de la Sociedad Dante Alighieri y cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional y el Ministerio de Desarrollo Económico e ICE-Argentina, bajo el patrocinio del Ministerio per I Beni e le attività Culturali dependiente de la Sociedad Dante Alighieri. Cuenta además con la colaboración del Comité de la Sociedad Dante Alighieri de Rosario, el Centro de Estudios y Archivos de la Comunicación de la Universidad de Parma y la Fundación Lucio Fontana de Milán.

“Lucio Fontana es una figura emblemática de lo que la creatividad del siglo XX ha sabido materializar. Su historia personal desarrollada entre Italia y Argentina encaja muy bien con el tema de la 83ª edición del Congreso Internacional de la Sociedad Dante Alighieri «Italia, Argentina, el mundo. El italiano nos une»”, escribió el presidente de la Asociación Dante Alighieri, Andrea Riccardi, sobre la muestra local que se lleva a cabo en el marco del evento cultural que tuvo lugar por estos días en Buenos Aires.

Por su parte, el director del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castanino, Raúl D’Amelio eligió recordar a Fontana “por sus ideas, conceptos y manifiestos”, que lo llevaron a revolucionar el mundo del arte. “Lucio Fontana transcurrió su primera infancia en esta geografía en un momento histórico fundante de la cultura argentina. Existen pocas obras de Lucio Fontana en Argentina. Y la ciudad de Rosario posee una emblemática: El Sembrador (ubicada en el Parques Urquiza), una alegoría a los campesinos que trabajaron en la pampa, un territorio que estos pioneros lograron transformar”, destacó.

Lucio Fontana, nacido en Rosario en 1899 y fallecido en Lombardía (Italia) en 1968, fue un pintor, ceramista y escultor ítalo-argentino. Su historia de vida es la de un destino personal vinculado al de dos pueblos y dos naciones profundamente afines en lo que a idioma y cultura se refieren.
Hijo de un escultor italiano emigrado a Rosario, después de la Segunda Guerra Mundial desarrolló un movimiento artístico llamado Espacialismo, que tenía como fin alcanzar la tridimensionalidad: sus agujeros y cortes son conocidos en todo el mundo.

“Nací en Rosario, Santa Fe, en el Paraná. Mi padre era un gran escultor y era mi deseo ser como él. Me habría gustado también ser buen pintor, como mi abuelo, pero me di cuenta de que estas vertientes específicas del arte no eran para mí, sino que me sentía un artista espacial”, supo expresar el propio artista.

Para agendar 

La exposición Lucio Fontana. Los orígenes, curada por Valentina Spata y Chiara Barbato, se podrá visitar hasta el 21 de agosto en la sala central del Museo Castagnino, de Avenida Pellegrini y Bulevar Oroño

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