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Una mano entre los vecinos

La ONG Cocina Comunitaria del barrio Matheu tiene sólo el nombre, dado que desde 2002 se dedica a ayudar a los ciudadanos en la realización de trámites y demás gestiones de las que muy pocos saben.

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El organismo no gubernamental Cocina Comunitaria lleva años en su nueva función. Aquella necesidad de preparar comida para los vecinos del barrio Matheu hoy es una sede donde se sigue ayudando a los vecinos, pero en el asesoramiento y acompañamiento para la realización de distintos tipos de trámites que tanto aquejan a los vecinos y muy pocos saben cómo manejarse en esas situaciones. Los pedidos de ayuda llegan a diario a la vivienda de Centeno 1097 (Sarmiento al 4100).

Teresita Wiaggio es la coordinadora de este grupo y le contó a El Ciudadano que la cocina comunitaria nació en 2002, luego de la crisis del terrible diciembre de 2001. Desde entonces, y por unos meses, estuvieron entregando comida (“que la gente se llevaba a su casa, por eso no era «comedor»”, aclaró). Al consultársele por el motivo que la empujó a crear este espacio solidario, la mujer expresó: “Hay mucha necesidad en la ciudad, y yo tenía la posibilidad de aportar un granito de arena con la ayuda de otras personas. El barrio necesitaba de nuestros trabajo y alguien tiene que tomar las riendas de estas dificultades”.

Paralelamente, sostiene su disconformidad absoluta con la gestión del Partido Socialista en la ciudad. “No puedo entender cómo la ciudad se cae a pedazos y la gente sigue votando al mismo intendente”, se enojó.  Paralelamente, Wiaggio destacó que desde la crisis de 2001, cuando surgió la idea de emprender una cocina comunitaria, hasta ahora, la política “fue absorbiendo a los que quieren ayudar al barrio”.

“Somos la única ONG que ayuda a lo vecinos de esta manera, las otras agrupaciones y gente con voluntad fueron absorbidos por grupos políticos o punteros”, afirmó Teresita con voz imponente y lamentó que la ayuda que llega del Estado (municipal o provincial) “sólo se derive donde tengan colgada la banderita política de turno”.

“Nosotros hacemos política vecinal, pero no tenemos intenciones de casarnos con nadie. Acá si hay algún político que nos quiera ayudar será bienvenido, pero no vamos a dar nombres”, dijo. Y siguió con sus quejas al municipio: “Al final, se dice que quieren hacer de Rosario una ciudad turística. ¡Estamos todos locos! Quiero saber cuánto dinero han gastado en fuegos artificiales en los últimos años, porque dicen que no tienen plata para arreglar la ciudad, cada día tenemos un problema distinto, no nos alcanzan las manos para ayudar a tantos vecinos y eso es porque la ciudad está abandonada”.

Según lo detallado por Waggio, la Cocina Comunitaria asesora a los vecinos a tramitar “cualquier cosa”. Incluso, muchos de los ancianos del barrio Matheu pudieron tramitar su jubilación sin costo alguno gracias al accionar de la ONG.

“Supimos que muchos habitantes del barrio tenían trabados sus procedimientos para obtener la jubilación porque no podían pagar abogados ni nada de eso. Entonces averiguamos y nos contactamos con personal de la Defensoría del Pueblo, quienes nos han ayudado mucho al respecto, y hoy podemos tramitar las jubilaciones sin costo alguno, a diferencia de los 2 mil pesos que les pedían a los pobres viejitos”, dijo.

“Es increíble cómo estafan a la gente sin que ésta se dé cuenta, les cobran una barbaridad por un sellado, una firma o un papelito que no sirve para nada. Por suerte, nuestras caminatas diarias y averiguaciones nos ayudaron a abrir los ojos”, dijo, y reclamó “alfabetización general para todos”, haciendo referencia a la ignorancia reinante sobre el proceder ante determinadas acciones civiles.

Por otra parte, entre las actividades que realiza esta ONG se ve también la entrega de ropa y calzado a los vecinos según lo recaudado en movidas solidarias emprendidas en el mismo barrio; se realizaron reuniones de capacitación para micro emprendimientos, como también para aprender a reciclar residuos domésticos. En ese mismo lugar se llevaron a cabo charlas sobre la violencia doméstica y también se abrió un registro de bolsa de trabajo, además de la venta de artículos realizados con material reciclable que los vecinos aprendieron  a reutilizar. Con la venta de estas creaciones, la institución lleva años de pie. Quienes estén dispuestos a colaborar pueden comunicarse al 465-2896.

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