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Informe Especial

Una locura más: Abreu va por el 23° equipo de su carrera

Está a cuatro equipos de ser el jugador que más camisetas ha vestido en la historia. El líder es el alemán Pfannenstiel.


Cuando Washington Sebastián Abreu hizo su debut en primera con la camiseta de Defensor Sporting de Uruguay allá por el año 1994, difícilmente haya imaginado una carrera que más de 20 años después seguiría desarrollándose, y mucho menos camino a un récord Guiness.

Con su arribo para 2017 al Bangu de Brasil, sumará 23 casacas defendidas a tan sólo cuatro de la marca establecida por el alemán Lutz Pfannenstiel que defendió las camisetas de 27 clubes entre 1991 y 2011.

Dueño de una personalidad muy particular que le reportó ganarse el cariño de los hinchas de casi todos los clubes por los que pasó, el “Loco” es un profesional con todas las letras. Sino difícilmente podría estar jugando al fútbol profesional a los 40 años, cumplidos el pasado 17 de octubre.

El delantero uruguayo que actualmente se encuentra en Santa Tecla de El Salvador, dejará el club a finales de diciembre para sumarse al Bangu luego de haber pasado las pruebas médicas y firmado un precontrato de un año de duración. Su próximo destino, el 23 de su carrera se trata de una institución brasileña tradicional en Río de Janeiro que actualmente milita en la cuarta categoría del Brasileirao y en el primer semestre del próximo año peleará por la Copa Carioca.

Defensor Sporting, San Lorenzo, La Coruña, Gremio, Tecos, Nacional, Cruz Azul, América, Dorados de Sinaloa, Monterrey, San Luis, Tigres, River, Beitar Jerusalén, Real Sociedad, Aris Salónica, Botafogo, Figueirense, Central, Aucas, Sol de América y Santa Tecla son el derrotero de una carrera particular y que sin dudas lo transforman en uno de esos trotamundos del fútbol que aparecen muy de vez en cuando.

Esta extensa trayectoria lo coloca como uno de los futbolistas que más camisetas defendieron en todo el mundo. Hay nombres que también cambiaron reiteradamente de clubes, pero todos ya han quedado por detrás de Abreu.

El uruguayo solo tiene por delante a un ex arquero alemán que vivió sus días de jugador obsesionado por cambiar de aires de manera permanente. Algo que lo llevó a jugar en las seis confederaciones que forman parte de la FIFA. Lutz Pfannenstiel defendió arcos en equipos de Europa (Alemania, Inglaterra, Finlandia, Noruega, Armenia, Bélgica y Malta); América (Canadá y Brasil); Asia (Singapur y Malasia); África (Sudáfrica y Namibia) y Oceanía (Nueva Zelanda).

Si bien Abreu no ha recorrido tantas geografías, su pasión por el fútbol lo ha llevado a ir incrementando su listado de clubes al punto tal de quedar hoy a tan solo cuatro del récord Guinnes del alemán.

No hace muchas semanas su agente dijo: “Abreu es un profesional que siempre está vigente” y que “tiene metas y objetivos que cumplir”. Quizás la próxima sea jugar un par de años más y transformarse en el jugador mundial con más camisetas defendidas.

Al fin y al cabo, en sus más de dos décadas como profesional sería una locura más de Abreu. Probablemente la más llamativa de todas. Propias de un personaje entrañable y único que el día que decida colgar los botines, el fútbol extrañará.

Central, uno de los clubes que lo marcaron

Un año y medio le alcanzó a Sebastián Abreu para ganarse el cariño de todos los canallas. Como no podía ser de otra manera, su impronta y personalidad no tardaron en cautivar al hincha de Central que desde su llegada le mostró su cariño y se ganó el del propio uruguayo.

Tiempo después de haberse ido del club, Abreu manifestó que “Rosario Central es uno de los cinco o seis clubes que afectivamente me marcaron. Al punto tal que mis hijos también se contagiaron de los sentimientos y la linda locura que es Central”.

Su llegada se dio luego del regreso del Canalla a primera división a mediados de 2013. Ese primer torneo Inicial lo tuvo como el máximo goleador auriazul pero principalmente como uno de los estandartes de un equipo que regresaba al lugar de privilegio que su historia amerita pero que no resultaba sencillo.

Durante ese año y medio fue partícipe del inicio de una racha positiva en los clásicos ante Newell’s que se mantuvo hasta el disputado hace unas semanas atrás en el Gigante de Arroyito. Tres encuentros y tres triunfos ante el rival de toda la vida fue su balance con la casaca canalla ante la Lepra.

En Central también disputó su partido 700 en el profesionalismo durante la semifinal de Copa Argentina 2014 frente a Argentinos Juniors, inclusive convirtiendo un gol. La final ante Huracán sería su último encuentro como jugador del Canalla.

De ello ya pasaron dos años, pero lo que no pasó ni pasará es el cariño que Abreu le tomó a Central y que los hinchas de Central sienten por Abreu. Porque fiel a su costumbre y con su sana locura, el “Loco” supo conquistar Arroyito.

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