Franco Scala
La fecha 11 de la Liga Profesional dejó sensaciones muy positivas para los equipos de Rosario. Ambos se enfrentaron a los de Avellaneda y lograron triunfos que hacen ilusionar a más de un hincha. Newell’s, que tuvo ocho variantes con respecto al que empató el Clásico, mostró autoridad en el Cilindro para superar al Racing de Gago. Y Central, que volvió a cambiar de esquema, derrotó por la mínima a Independiente para seguir en los puestos de arriba y demostrar que en el Gigante se hace imbatible
Primera alegría de visitante
Gabriel Heinze cosechó muchas críticas por el planteo que hizo ante Central. La Lepra jugó decididamente mal y nunca pudo salir de la modorra. Pero ante Racing la historia fue diametralmente diferente. El Gringo metió ocho cambios en el once titular, el equipo fue otro y ganó su primer partido fuera de Rosario en el torneo.
Newell’s doblegó al equipo de Fernando Gago en todos los sectores. Tuvo físico para correr todo el partido, autoridad para someter al rival, inteligencia para esperar el momento de golpear e intensidad del minuto cero hasta el noventa y pico.
La puesta en escena en Avellaneda fue casi perfecta. “La línea de 3 la trabajamos en la pretemporada. Vi que el rival posicionaba 5 jugadores por delante, que abre muchísimo los centrales con los internos, que marca los 5 carriles. Quise estar más protegido para tapar eso y recorrer por fuera”, fueron las explicaciones del entrenador leproso sobre el brusco cambio de esquema.
El triunfo ante Racing dejó un halo de tranquilidad. Newell’s se sacó de encima la mochila de no haber ganado de visitante. Varios pibes (Montenegro, Pérez Tica, Portillo) demostraron que están a la altura. La vuelta del uruguayo Méndez fue importante. Sforza se transformó en inamovible en el medio.
El próximo obstáculo para el Rojinegro será River, el líder del torneo. El Millo puede ser una buena medida para Heinze y sus muchachos. El equipo de Demichelis derrocha jerarquía por todos lados. Pero enfrente estará Newell’s, que se hace fuerte en el Parque (todavía no le hicieron goles) y que llega a este duelo con otro ánimo en el plantel.
La pregunta se cae por sí sola: ¿Qué hará Heinze? Vuelven los habituales titulares y confía en los mismos que vienen de dar el batacazo en Avellaneda.
Una sonrisa bien Gigante
Central volvió a ganar en Arroyito. Desde la llegada de Russo el Gigante se transformó en un arma letal para el rival turno. El Canalla jugó seis partidos, de los cuales ganó 5 y apenas empató el restante. Números que asustan a cualquier visitante.
Ante Independiente el partido se dividió en dos partes. Una fue todo el primer tiempo y media hora del segundo; la otra fue el último cuarto del tiempo reglamentario.
Central logró sentirse cómodo en la primera parte. Puso condiciones ante un flojito Independiente, logró sacar la diferencia en el marcador, pero no pudo liquidar el pleito. Por eso los últimos quince fueron a puro sufrimiento. El Rojo acorraló al Canalla en su arco y terminó con las manos vacías por un atajadón de Broun y por la intervención del VAR.
“Lo podríamos haber definido mucho antes, pero hay que saberlo manejar. Son cosas que tenemos que ir aprendiendo”, dijo Russo para explicar el partido.
De todas formas los tres puntos se volvieron a quedar en Arroyito. Así el Canalla, desde los resultados, se encuentra en los puestos de arriba. Claro que esta situación es por mérito propio. Nadie le regaló nada.
Russo supo entender los momentos del equipo, que con el correr de los partidos encontró el funcionamiento. Y esto, indudablemente, hace ilusionar al hincha auriazul.
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