Cultura

Una historia con tintes mágicos y surrealistas en un tórrido verano rosarino

“Cotillón” es un nuevo libro de la ilustradora Jazmín Varela sobre tres personajes que intentan combatir el calor y el aburrimiento y en un momento consumen una sustancia que modificará sus percepciones, situación que la autora despliega en impactante gráfica


Pau Turina / Especial para El Ciudadano

Cotillón es el nuevo libro de la ilustradora Jazmín Varela, el segundo que publica con la editorial Maten al Mensajero y que comenzó su distribución en tiempos de cuarentena.

Las tres personas protagonistas de esta historia ilustrada intentan combatir el calor y el aburrimiento de un verano rosarino.

Pero todo cambia después de que consumen unas sustancias que tienen un efecto similar a la picadura de una araña radioactiva que modificará sus percepciones, momento en que los personajes comienzan a distorsionarse en las ilustraciones.

Los protagonistas recorrerán las calles de la ciudad a pie hasta llegar a un departamento en el celebrarán esta aventura urbana. Sobre cómo surgió esta historia por momentos mágica y surrealista, la autora dice: “La idea surgió a partir de otra historieta que se llama Mal flash, que está publicada en la antología Pibas.

La editorial Maten al Mensajero me propuso continuar esa historia para publicarla en 2019 pero después nos pareció mejor contar otra experiencia más reciente. Yo quería arrancar con un proyecto desde cero porque puedo cambiar la técnica y la manera de narrar.

Cotillón transcurre el primero de enero de 2019 y la estuve ilustrando durante todo ese año y principios de 2020. Los elementos surrealistas aparecieron para representar el estado alterado de los sentidos bajo los efectos de las sustancias que consumen los personajes en la historia”.

Pero el libro recobró otras lecturas debido al contexto en el que fue publicado, apenas comenzada la cuarentena.

“Se fueron resignificando algunas cosas del libro en este contexto, eso fue una sorpresa porque antes esas cosas pasaban inadvertidas. Por ejemplo, las calles están vacías en toda la historia y las secuencias ocurren puertas para adentro, un poco como lo que está pasando ahora.

O el clima general de la historia causa un poco de nostalgia de las fiestas, el baile y el contacto físico y en el proceso no pensé que iba a tener ese efecto”, cuenta la ilustradora.

Imágenes expansivas

Jazmín Varela no sólo es una ilustradora reconocida en Rosario, sino que trabaja para marcas de otras partes del país, y sus ilustraciones y dibujos se plasman en cuadernos y diversos productos.

Su principal manera de comunicarse son las imágenes, encuentra en ellas una potencialidad que tal vez no ha encontrado en las palabras. “Con las palabras vamos cercando el significado de lo que queremos decir para que sea lo más claro posible y que no haya muchas interpretaciones del mensaje. En cambio con las imágenes siento que hay más posibilidades de interpretación, son más expansivas.

De alguna forma hacen participar más al lector que termina de construir el sentido de lo que está mirando”, dice.  Con su cuarto libro ilustrado publicado, continúa apostando al libro papel y a la magia que supone.

“Tiene que ver con el fetiche del libro como objeto. Me gusta el olor a papel y tinta. Poder detenerme en las páginas, ver la materialidad del libro y también acceder a eso cuando quiera, en digital las cosas de pierden porque te olvidás que existen”, señala.

Cuadrilla Feminista

Con otras dieciséis ilustradoras de la ciudad, Jazmín integra la colectiva Cuadrilla Feminista de artistas diseñadoras, ilustradoras y trabajadoras gráficas.

El Encuentro Nacional de Mujeres en 2017 en Resistencia, Chaco, fue el puntapié para que se arme el colectivo y se reunieran a pensar acciones en conjunto.

En estos años han llevado adelante fanzines, publicaciones, ilustraciones digitales, siempre en apoyo a causas como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y acciones contra los transfemicidios, entre otras.

“Es muy valioso para mí ser parte de Cuadrilla. Es un espacio donde la individualidad se desdibuja un poco y podemos construir, pensar y cuestionarnos como colectiva horizontal.

Me entusiasma ver cómo va mutando la dinámica del grupo con los años y nos vamos adaptando a distintos contextos. No siempre es fácil, pero la gratificación de trabajar colectivamente por causas que nos exceden como personas es enorme”, cuenta acerca de la experiencia de formar parte de este colectivo.

Libros, tatuajes, comics

Jazmín Varela nació en Rosario en 1988. Es ilustradora y también tatuadora. Publicó los libros Crisis capilar (EMR, 2016), Guerra de soda (Maten al Mensajero, 2017) y Tengo unas flores con tu nombre (Maten al Mensajero, 2018).

Sus cómics fueron incluidos en las antologías El volcán. Un presente de la historieta latinoamericana (EMR-Musaraña Editora, 2017) y Pibas (Hotel de las Ideas, 2019), entre otras.

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