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Inhumano

Una guardia eterna

La hija del médico de Isla del Cerrito, en Chaco, denunció que su padre lleva cerca de 180 días consecutivos trabajando sin descanso. Solicitó al gobierno provincial que refuerce el centro de salud.


Un médico lleva cerca de 180 días consecutivos de guardia en el Centro de Salud de Isla del Cerrito, en la provincia de Chaco, y su hija reclama a las autoridades del gobierno provincial que refuercen la atención para que su padre pueda tener descanso.

El profesional es Mario Daniel Echevarría, quien trabaja como director del Centro de Salud de Isla del Cerrito –localidad insular ubicada en la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, que cuenta con poco más de 1.600 habitantes– desde hace veinte años y todos los días atiende a decenas de personas con diversas dolencias.

A partir del 31 de enero pasado, el médico quedó solo a cargo de la atención del lugar luego de que su colega Rubén Hilario Romero sufriera un accidente cerebro vascular, lo que lo alejó de la actividad.

Florencia Echevarría Avellaneda, hija del médico sin descanso y ginecóloga, aseguró que la situación se “informó enseguida a los superiores inmediatos, y prometieron dar una solución pero hasta ahora no se solucionó nada”.

“Hasta se lo comuniqué al gobernador, (Domingo) Peppo, porque mi papá empezó a tener presión alta y no es muy joven, su presión fue empeorando y siguió igual al lado de la comunidad porque lleva 20 años con ellos”, señaló en declaraciones a Diario Norte.

La profesional contó que su padre se quedó sin reemplazo en plena inundación en la isla.

En ese momento, tuvieron que cruzar en lancha hasta Paso de la Patria, desde allí a Corrientes y luego los pacientes eran trasladados al hospital Julio C. Perrando. “Hace 180 días, seis meses, que mi papá está de guardia ininterrumpida, las 24 horas, los siete días de la semana y los 30 días del mes”, indicó.

Explicó que su padre “a las cuatro de la madrugada ha cruzado pacientes en lancha con accidente cerebro vascular, embarazadas, nenes con fiebre, y a comienzos de año debió redactar certificado de aptitud para 400 alumnos de primaria y otros 100 de estudiantes secundarios”.

“Mi padre tiene un nivel de estrés tremendo y yo veo como su salud se deteriora”, dijo.

La profesional reclama en forma urgente por dos enfermeras más y aseguró: “Pasé los nombres para que las contacten pero nadie se preocupó, y si a mi papá le pasa algo por la noche, quién lo va a atender”.

“Mi papá no es solo médico, es director, hace los papeles de estadísticas y de enfermero”, detalló Florencia Echevarría Avellaneda.

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