Espectáculos

Una final que sale de gira

“Talento Argentino” llega a su último programa con la propuesta de conocer, a partir de este año, al ganador en una ciudad del interior del país. Maximiliano Guerra cuenta las intimidades del exitoso ciclo.

Esta noche, a partir de las 21, en el salón Paraná del City Center Rosario (Oroño y Circunvalación) se llevará a cabo la gran final del éxito de Telefé Talento Argentino. La última gala de este afamado concurso se desarrollará por primera vez fuera de la Capital Federal y será trasmitida en vivo para todo el país.

El programa especial que marcará el cierre de la segunda temporada de la versión argentina de Got Talent, contará, como es de costumbre, con la conducción de Mariano Peluffo y la presencia de los miembros del jurado: Maximiliano Guerra, Catherine Fulop y Kike Teruel. Personajes que, esta vez, estarán como espectadores de una noche en la que el público será el encargado de definir qué talento será el gran ganador.

El cantante entrerriano Franco Peletti; el guitarrista puntano Daniel Ferreyra; El Marucho, cantante folclórico salteño; el conjunto tucumano Los Sembradores y el dúo de trapecistas bahienses Alma al Aire son los cinco concursantes que competirán esta noche para llevarse el premio que consta de 100 mil pesos y un viaje a Londres para asistir a la presentación de Susan Boyle (una de las artistas más populares surgida de este tipo de concursos).

En diálogo con El Ciudadano, Maximiliano Guerra cuenta por qué eligieron a Rosario como cede de la gran final y qué tipo de talentos buscan, además de realizar un balance tanto del programa como de su año personal.

—¿Cómo va a ser la final de esta edición de “Talento Argentino” y por qué se hace en Rosario?

—La final va a ser muy apretada, porque todos los chicos que llegaron a esta instancia son muy buenos. Lo que vamos a hacer en Rosario va a ser el programa en vivo que se suponía iba a salir desde Buenos Aires, de los estudios de Martínez de Telefé. Va a tener la misma estructura que todos los programas, lo único que se modifica es que vamos a estar en Rosario. Esto se viene pensando desde el año pasado, queríamos que las finales no fueran en Capital, justamente por el perfil federal que tiene el programa. La idea es que las finales vayan rotando, esta vez le toca a Rosario pero puede ser que la próxima vez le toque a Salta o a cualquier ciudad que nos pueda recibir con toda la estructura que necesitamos para llevar adelante el programa en vivo.

—¿Qué balance hacés de este año del ciclo?

—Me pareció fantástico. Además de superarse ampliamente el número de participantes en relación a los otros años, se elevó mucho el nivel de los talentos. Supongo que la gente nos empezó a conocer y vio que es un programa serio, que respeta a los participantes y se atrevió más a venir. Este año sin duda el talento fue excepcional y seguramente el año que viene va a ser mayor aún.

—¿Qué buscan en los participantes?

—Buscamos muchas cosas, primero que tenga talento, segundo que a ese talento lo tenga desarrollado a nivel que pueda emocionar al público y tercero, vemos un poco cuál es el perfil artístico que tiene ese talento y tratamos de imaginarlo arriba de un escenario. Lo que buscamos es que tenga una proyección como espectáculo.

—¿Cuáles son los perfiles del jurado que integrás con Katherine Fulop y Kike Teruel?

—Creo que todos hacemos nuestro aporte desde la emoción y desde lo que nos pasa como espectadores, más allá de lo que cada uno hace como artista. Buscamos personajes que tengan la capacidad de hacerte reír si son cómicos, emocionar si son cantantes, bailarines o actores. Cada uno aporta desde lo humano más allá del conocimiento que tenga. La opinión que damos no está basada en lo que cada uno de nosotros hace fuera del jurado. No somos jueces que levantan o bajan el dedo, somos espectadores de lo que pasa, si alguien va a ver un espectáculo y no le llega, no lo conmueve, se levanta y se va, de esa manera nosotros juzgamos a la gente que se presenta en el certamen.

—¿Creés que a partir de este envío el público conoció otra faceta tuya?

—Creo que el público sintió que Maximiliano Guerra se acercó a la gente. El artista lírico, el artista clásico o los músicos de las orquestas sinfónicas solemos ser vistos como personajes lejanos. Creo que lo que propició Talento… fue ese acercamiento con la gente. La gente conoció otro Maximiliano Guerra y tanto el año pasado, los domingos, como este año los jueves y los viernes, lo dejó entrar al living de su casa. Además pudieron verme dando una opinión, ayudando a la gente y enojándome cuando algo me molesta, porque no tengo filtro (risas). Eso es lo que la gente vio a través del programa, que tal vez no había tenido oportunidad de ver en otros momentos de mi carrera.

—¿Qué opinión te merece la crítica que despierta este tipo de concursos?

—La crítica no merece ninguna opinión. La crítica está para criticar y lo va a hacer hagas lo que hagas. Lo que sí te puedo decir es que los concursos son importantes en la carrera de los artistas cuando están bien hechos, los respetan y muestran realmente el talento y no una dote. Creo que un concurso ayuda desde la exposición. Cuando yo tenía 17 años gané una medalla de oro en Perú y una de plata en New York, eso me ayudó a exponerme, a que la gente me  conozca. Pero hay que tener claro que es sólo un paso en la carrera, un concurso es lo mismo, lo ganes o no, es sólo un paso. Lo importante es que uno se prepara para una competencia de una forma específica y en realidad lo que queda es ese trabajo previo que hiciste como entrenamiento. Lo que hay que valorar en este tipo de programas es que buscan que la gente tenga la posibilidad de exponerse, de presentarse en un teatro que le queda cerca de su casa, que está en su ciudad y en el que está contenido por su familia. Lo importante es que la carrera de un artista siempre esta dirigida por él mismo, por su esfuerzo y el compromiso que tenga con lo que está haciendo.

—¿Cómo repartís tus energías entre la televisión y el Ballet del Mercosur?

—La verdad que muy bien. El programa se plantea desde mayo y a partir de eso planteo las giras con el ballet. El programa me lleva al principio, cuando recorremos el interior, dos días de grabación y el resto de la semana estoy de gira con la compañía de baile. Cuando empezamos con las emisiones en vivo estoy un poco más atado a Buenos Aires pero seguimos haciendo presentaciones. Lo que hago es, junto a la gente de Telefé, un organigrama para las dos cosas.

—Parece haber sido un gran año para vos, ¿qué balance hacés?

—Creo que fue un gran año para todos los que trabajamos en el espectáculo porque si bien hubo un palazo fuerte con lo que fue la gripe A, esa baja nos dio mucha fuerza para seguir y replantearnos algunas cosas. Con el Ballet del Mercosur ganamos el premio Estrella de Mar en Mar del Plata, hicimos una gira nacionalen la que tocamos todos los puntos del país y terminamos el 5 de diciembre festejando diez años del ballet. Así que creo que el balance dio sin dudas muy positivo.

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