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Estreno teatro

Una farsa bizarra y en el borde para poner en debate la despenalización del consumo de cannabis  

Se conoce este jueves en La Comedia “Artículo 19. EL Experimento”, escrita y protagonizada por Adriano Espinosa Catalán, Francisco Alonso y Mauro Sabella, con dirección de Esteban Trivisonno y Manuel Melgar, producción de Juan Pablo Saint Girons para Límite y música original de Fabián Gallardo


Desde hace algún tiempo, en particular previo a la pandemia y ahora de cara a este regreso a la presencialidad, el teatro de producción local empezó una búsqueda de acercamiento con el público donde, sin rescindir calidad, intenta encontrar las coordenadas para que eso pase. Uno de esos recursos tiene como eje central la elección de las temáticas, donde la agenda del presente acerca una serie de cuestiones que el teatro, desde sus metáforas, giros, multiplicidades poéticas y bajadas de línea puede abordar y abrir un necesario debate, como pasa con la despenalización del consumo de cannabis y todo lo que rodea a la cuestión, acaso el gran debate legislativo que se viene luego de la aprobación de la Ley de Aborto Seguro, Legal y Gratuito.

En ese recorrido, un grupo de artistas locales de orígenes y formaciones diversas dará a conocer este jueves en La Comedia, y un día después en el Parque de España, Artículo 19. El Experimento, iniciando así un infrecuente derrotero por diversos escenarios de la ciudad con una obra que pretende materializar ese debate y con una calidad atípica en materia de producción.

El material parte, entre otras cuestiones, del Artículo 19 de la Constitución Nacional que protege el consumo de marihuana en el ámbito de la intimidad cuando establece que “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública ni perjudiquen a un tercero están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados”.

Escrita y protagonizada por Adriano Espinosa Catalán, Francisco Alonso y Mauro Sabella, Artículo 19. El Experimento dispara la acción desde una hipótesis acerca de un experimento por el cual se determinó la ilegalidad del cannabis en el país en la década del 30. Partiendo del humor pero sin perder profundidad dramática e incluso rigor histórico, la propuesta invita a pensar en las arbitrariedades del poder y la rigidez de ciertas instituciones como el ejército y la ciencia frente a las necesidades de las personas comunes, poniendo en tres personajes las referencias, falencias y necesidades de esos tres sectores de la sociedad.

“Lejos de querer ser una obra tradicional, esta pieza teatral propone una experiencia completa en la cual el espectador tiene un rol activo y se constituye como testigo necesario del experimento en cuestión, además de proponer un entrecruzamiento del lenguaje teatral con el audiovisual”, adelantan desde el equipo de trabajo que cuenta con la dirección de Esteban Trivisonno y Manuel Melgar, con producción general de Juan Pablo Saint Girons al frente de Límite Producciones y música original de Fabián Gallardo.

Buscar y encontrar 

“Cuando el equipo de actores me convocó para dirigir esta obra y pude no solamente leer el tratamiento del texto que en ese entonces había, sumado a la propuesta estética y a los objetivos principales, sentí una alegría plena que desde un espacio ficcional y con claras intenciones de ser una comedia, se pueda poner en la mesa el debate acerca de la despenalización sobre el uso del cannabis y hacer un especial énfasis en cómo se estaba polarizando este tema dentro de la sociedad”, dijo a El Ciudadano el director de cine y teatro Esteban Trivisonno acerca del trabajo que puso en marcha junto con Manuel Melgar respecto de las coordenadas desarrolladas a partir del material recibido (unas escenas previas) y de cara al debate que se viene.

Y agregó: “Lo primero que me surgió fue acomodar este material y darle un marco de farsa teniendo como norte otras ficciones, principalmente cinematográficas, que es la profesión que estudié y en la que me sigo formando, que permitían tocar temas candentes, profundos, políticos e incendiarios de una manera salvaje, llevando todo al extremo: hablar del problema desde el problema, correrse del lado sutil. Un experto en este tema es el director y showrunner (autor-productor) Armando Iannucci, del cual me reconozco fan total y cuyos últimos trabajos van directo a satirizar sobre el poder, principalmente en organismos del Estado, de control y sobre las personas, que ejercían ese poder casi de manera infantil. Ejemplos como la serie Veep, o las películas In The Loop o La muerte de Stalin me ayudaron a plantearle al elenco que, como se trata de un tema que genera tanta controversia y opiniones cruzadas e incómodas, la clave iba a ser laburar al máximo a los personajes y sus conductas en relación con ese entorno donde están inmersos. Me atrajo la idea de poder indagar en estas relaciones de poder yendo directamente al hueso de estos temas que atraviesan la legalización del cannabis para solapar otras cuestiones que tienen que ver con los supuestos momentos donde alguien decide por el resto y el miedo al fracaso que se impone desde las sombras, haciendo que todo se entorpezca, se ensucie y no se termine hablando de lo importante. Nada aterra más que un supuesto”.

En el mismo sentido, el director profundizó: “No hay que perder de vista que este experimento, al igual que todo lo que hacemos en nuestra cotidianidad, puede fracasar, y debemos estar preparados para aceptar lo que se viene. En ese punto es donde siempre retomo una frase de Mauricio Kartun (dramaturgo, director) donde proclama: «Nosotros no somos lo que queremos ser, sino que somos el resultado de aquello que se nos opone». Y esta obra tiene un tema tan polémico que nos enfrenta y obliga a bucear en esa controversia sin miedo a lo que venga; sin ser tibios”.

El cuarto personaje

Los tres personajes, que dialogan todo el tiempo con un gran dispositivo escenográfico creado por Guillermo Haddad y Lucas Comparetto, apoyado en el diseño lumínico de Hugo Sanguinetti y el vestuario de Silvia Saint Girons, entre otros integrantes de un gran equipo que suma en producción a Romina Orell, representan algunos aspectos de la sociedad actual con ecos en la década del 30, la última dictadura cívico-militar, el miedo y la vergüenza frente a lo frágil de una masculinidad en riesgo, el abuso de poder en todas su formas y hasta el mismísimo Manuel Belgrano.

“Se formó un triángulo entre el doctor, el general y el soldado donde la potencia dramática tiene que ver con los intereses personales de cada uno a la hora de llevar adelante ese experimento con esa sustancia poderosa que es el Artículo 19. Cada uno lleva agua para su molino, cada uno de ellos encuentra un escaparate para sus obsesiones y miserias mientras las fases del experimento van siendo aprobadas y comienza la locura”, dijo Trivisonno.

Y sumó: “Los actores entregaron todo de sí y se dejaron llevar por ese juego que propusimos con Manuel Melgar, mi compañero y aliado máximo en la dirección. La clave era que no tuvieran reparos a la hora de abrazar los clichés y estereotipos, saber que todo el tiempo podrían ser juzgados por decir y pensar cosas terribles. La farsa que se mezcla con el vodevil, el cringe (miedo, vergüenza) de ciertas situaciones donde nos metemos con la masculinidad frágil de estos tres hombres que dependen de un organismo como el Ejército que necesita autoridad en todos sus rincones, la comedia física y descontextualizada por momentos, entre otros recursos, eran saltos al vacío que fuimos proponiendo para alejarnos de toda solemnidad, encarar una comedia en la que suceden cosas terribles, y abrir el juego a que se den ciertos debates que tienen a los abusos de poder como ingrediente transversal”.

“En ese sentido y tomando el trabajo previo que los actores habían realizado –completó–, nos fue muy fácil resolver ciertas escenas: Fran, Mauro y Adriano, actores con los que he entrenado y conozco desde hace tiempo y quiero mucho, aportan un color único a esos personajes, están con muchas ganas de esta obra y fue un trabajo sostenido en el tiempo, que no hizo otra cosa más que crecer en estos dos años”.

En otro momento de la charla, Trivissono, quien también prepara para los próximos meses el estreno de Barbacoa, la continuación de Esperando la carroza de Jacobo Langsner, con otro gran elenco local, analizó el trabajo desde la dirección y con una producción real y concreta, algo infrecuente en el teatro rosarino. “Cuando se sumó Manuel como director siempre supe que él iba a poder observar ciertas situaciones que yo no podía o no quería ver (risas), él es un actor excepcional, nos conocemos hace trece años, entrenamos juntos como actores en seminarios espantosos, fue el protagonista de mi peli Tito y es virtuoso como pocos. Tiene la dosis justa para encarar la comedia y el drama como actor y pudo resolver situaciones que hacía unos meses se venían postergando y no le encontrábamos la vuelta, además de acomodar, ensayo tras ensayo, a este elenco que demanda y responde de igual forma”, expresó.

“Y tener un productor de la talla de Juan Pablo Saint Girons –agregó– nos permitió potenciar y crecer en la estructura general de la obra, pensarla desde un lugar distinto que tenga que ver con la conquista de nuevas audiencias. Juan rápidamente contribuyó a marcar aspectos del mensaje que queremos dar y sobre eso nos armó un auténtico dream team. El Turco Haddad fue el hacedor de una escenografía impresionante y es un placer volver a encontrarme con él, dado que tenemos algunas horas de set juntos donde siempre era a puro disfrute; los vestuarios de Silvia Saint Girons son sutiles, nos posicionan en una época y a la vez marcan la comedia farsesca que queremos, y tener a un productor musical tan sobresaliente como Fabián Gallardo es realmente un privilegio. Nos divertimos muchísimo con Fabi dándole vueltas a la música, creó unos climas espectaculares que contribuyen al in crescendo y a la pulsión dramática que buscamos desde el primer momento, por eso no podemos estar más felices. Tenemos también intervenciones audiovisuales realizadas por técnicas y técnicos rosarinos jóvenes y arriesgados, ediciones FX increíbles, cruces de lenguajes y algunas cuestiones que es mejor no revelar, no somos tan fans de los spoilers (risas).  Somos un equipo enorme, diverso y que se divierte. El rol de la producción general es clave para orientar este barco y darle el curso que se merece, la verdad es un lujo total y esperamos estar a la altura de lo que el potencial público vaya a buscar”.

Un laboratorio móvil 

Finalmente, el director habló de las tensiones que se crean entre los tres personajes y el gran dispositivo escenográfico con el que articulan un diálogo que se vuelve orgánico y a la par de las actuaciones, dado que adquiere el rol de lo que podría ser un cuarto personaje que, paradójicamente, será el que deberá adaptarse a cada nuevo escenario. “Cuando Juan Pablo armó esta suerte de gira rosarina por estos espacios enormes y hermosos que tenemos (La Comedia, Príncipe de Asturias, Galpón 15, entre más) la idea principal fue adaptarnos a esa enormidad haciendo de cuenta que somos un laboratorio móvil que lleva sus máquinas y sus artilugios y que se tiene que desmontar rápidamente. Ese desafío de no estar siempre en un mismo lugar, al menos en esta primera etapa de la obra, y teniendo a favor a una productora como Límite, nos marca la manera de trabajar de aquí en más, de dimensionar que nuestra obra es casi un experimento que se va a ir moviendo y conquistando público y espacios nuevos. Al trabajar activamente en cine, y este tiempo más en miniseries, me pasaba semanas enteras arraigado a un lugar para después moverme, durar dos días ahí y volver a desmontar mi oficina; quizás estoy acostumbrado a ese ritmo y no me resulta tan extraño, pero este es otro lenguaje, otra mística y estoy aprendiendo a que cada función nunca va a ser igual dependiendo estos espacios bárbaros que pretendemos conquistar”.

Y cerró: “Entonces ahí ese desarraigo o ese movimiento nos puede dar la chance tanto a Manu como a mí y ni hablar a la producción, de ir reconfigurando la obra, darle más vueltas, adaptarla, sentirla distinta. Tengo mucha ansiedad de que eso nos suceda porque no creo que haga otra cosa más que potenciar el enorme trabajo de este grandioso equipo”.

Para agendar

Artículo 19. El Experimento tendrá su estreno este jueves, a las 20, dentro del ciclo municipal Los jueves de primavera, en el teatro La Comedia (Mitre y Ricardone). El recorrido seguirá este viernes, a las 21, en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río). Las entradas generales para ambas funciones, con capacidad limitada, tienen un costo de 400 pesos y se pueden adquirir a través de http://www.1000tickets.com.ar. Otras funciones confirmadas serán el viernes 12 en el Galpón 15 (Franja del Río), el viernes 19 en la Terraza de la Plataforma Lavardén (Sarmiento y el río), el sábado 27 en el Centro Cultural QTP (Riccheri 340), el viernes 3 de diciembre en el Distrito 7 (Lagos y Córdoba) y el sábado 12 en la Playa de la Música (Parque Alem).

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