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Bolsillos apretados

Una familia de un barrio popular de Rosario ya necesita 131 mil pesos para llegar a fin de mes

Significa un aumento del 26% en comparación a la medición de diciembre de 2021 y del 67% comparado de forma interanual. El dato se desprende de un relevamiento realizado por la diputada provincial Lucila De Ponti junto al CESO


El costo de ida para una familia de los barrios populares de Rosario trepó en marzo a $131.256, lo que significa un aumento del 26% en comparación a la medición de Diciembre de 2021 y del 67% comparado de forma interanual. El dato se desprende de un relevamiento realizado por la diputada provincial Lucila De Ponti junto al Ceso (Centro de Estudios Scalabrini Ortiz), el cual registra y compara regularmente el consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo.

El estudio indicó que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar debe destinar como mínimo $53.224 y un adulto rosarino necesita $17.225 para no caer debajo de la línea de indigencia. Los alimentos básicos lideraron los aumentos muy por encima de la inflación general. Es el caso de los incrementos anuales promedio de productos como huevos (85% pasando de $63 a $116 la media docena) y pollo (62% pasando de $251 a $413).

“Vemos con mucha preocupación la aceleración de los precios de los alimentos básicos, aún muy por encima de la inflación promedio y sin una justificación de mercado”, explicó la diputada Lucila De Ponti. Para la legisladora del Movimiento Evita, “esto en parte está relacionado con la especulación en la formación de precios y la enorme concentración que existe en el sector de la producción y comercialización de estos productos”.

Sin embargo, el punto de mayor alerta es la diferencia que empieza a ampliarse entre los precios de productos básicos y el poder adquisitivo de los principales salarios de referencia. “La brecha entre ingresos y el costo de vida se amplía y esto repercute especialmente en los sectores populares, lo que se traduce en una mayor desigualdad”, aseguró.

Según el estudio, el salario mínimo, vital y móvil de $33.000 apenas cubre el 25% del Costo de Vida. Tampoco lo cubren el salario promedio de un obrero de la construcción ($80.674), de un empleado de comercio ($72.564), y de trabajadores de casas particulares ($31.417) que cubren respectivamente el 61%, 55% y 24%.

“Es urgente tomar medidas que contribuyan a atacar el problema inflacionario de la economía general, pero al mismo tiempo es imprescindible acompañar a los sectores de menores ingresos con herramientas y recursos que permitan afrontar esta situación que se agrava”, explicó la diputada.

“Es probable que no exista una única solución para controlar los aumentos, pero sí existen experiencias de los mercados de la economía popular que demuestran que el camino es acercar a productores y consumidores, eliminando a los eslabones especulativos en la formación de precios. Cuando se habla de fortalecer y expandir la producción hay que pensar centralmente en los sectores productores de alimentos para el consumo doméstico”, aseguró.

“No puede haber otra prioridad que garantizar el acceso de los alimentos básicos a la mesa de todos los argentinos y defender el bolsillo de los santafesinos, ese tiene que ser el objetivo que persigan todas las políticas tanto a nivel nacional como provincial”, finalizó.

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