Alejandra «Locomotora» Oliveras, exboxeadora y múltiple campeona mundial, falleció el 28 de julio tras sufrir un ACV isquémico. Su familia organizó un velorio íntimo con la intención de cumplir su deseo de ser cremada, pero el proceso fue interrumpido por una medida judicial.
El fisicoculturista mendocino Aldo Parodi presentó una denuncia para que se investigue si la muerte de Oliveras tuvo relación con un posible consumo de anabólicos esteroides.
La denuncia causó indignación en su familia, especialmente en su hermano Jesús, quien expresó públicamente su enojo en el programa A la Barbarossa (Telefe), señalando que se trataba de una falta de respeto hacia el dolor familiar y defendiendo la trayectoria limpia de su hermana en el boxeo profesional.
“¿Cómo van a frenar una cremación? Cómo va a entrar un policía, con una orden, diciendo que ‘el cuerpo no se va a cremar’. Es una falta de respeto. Después uno tiene que escuchar en la televisión que un fisicoculturista, un “don nadie”, venga a frenar un proceso doloroso por una supuesta ingesta de anabólicos de mi hermana… y peor: que la Justicia le haga caso». dijo Jesús.
Otro hijo, Alejandro, encabezó una conferencia de prensa en Santa Fe. «Con la salud de la que gozaba nuestra mamá, teníamos para 30 ó 40 años más, tranquilamente», sostuvo. Y enfático, reclamó a los denunciantes que frenaron la cremación que «paren un poco».
«Esto nos parece muy armado, muy de circo. Yo no sé qué quiere (el denunciante). Si quiere sus 5 minutos de fama, que los busque por otro lado; esto es muy delicado. Ninguna familia debería pasar por esto», aseveró Alejandro, para concluir: «Estamos viviendo un calvario».
Parodi, quien tiene un historial de denuncias públicas mediáticas, justificó su pedido como un intento de visibilizar los riesgos del uso de sustancias prohibidas. A pesar de esto, la familia sostiene que se está usando el nombre de Oliveras por su fama y rechaza los motivos detrás de la denuncia. El caso sigue en manos de la Justicia santafesina.
