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Irregularidad

Policías bajo la lupa por una prisión domiciliaria sin control

Dos agentes quedaron en la mira luego de que un peritaje demostrara que habían firmado, en un mismo día, 16 actas en las que aseguraban haber constatado que permaneció en su vivienda un encausado al que le habían otorgado ese beneficio.


Dos uniformados son investigados por falsificar por lo menos 16 actas de control de la prisión domiciliaria que tenía que cumplir un muchacho de 29 años en la zona sur y, con ello, incumplir con sus deberes. La irregularidad se descubrió ayer en una audiencia en la que el muchacho ya encausado por un asalto fue imputado junto con un cómplice por un hecho similar ocurrido en barrio 17 de Agosto y de 16 desobediencias de su prisión domiciliaria.

La audiencia imputativa de ayer tuvo como acusados a José Luis O., de 29 años, y a Braulio Erbayo, de 22, por el asalto que sufrió el 13 de enero de 2015 Libertad L., de 52 años, en su departamento de Batlle y Ordóñez al 1700. El robo fue alrededor de las 10.

Libertad se despertó con dos hombres al lado de su cama, quienes le apuntaron con un arma y la obligaron a entregarles todo el dinero, tras lo cual huyeron.

Pasó más de un año hasta que la mujer reconoció a los acusados y ayer la fiscal Georgina Pairola los imputó por robo calificado por haber sido cometido con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse, consumado, y agravado por ser en poblado y en banda, como tentativa.

A su vez, el fiscal Nicolás Foppiani presentó pruebas de una investigación contra José Luis O. por no cumplir con la prisión domiciliaria dictaminada en otro caso en al menos 16 oportunidades, y del que se desprendió una nueva causa contra los uniformados que tenían que controlarlo.

Según voceros judiciales, la brigada de uniformados de la Policía de Investigaciones (PDI) que tiene a su cargo el fiscal Foppiani realizó visitas al domicilio a José Luis O. para chequear que estuviera en su casa. Nunca lo encontraron. Así, el fiscal pidió las actas a los dos policías de la comisaría 16ª, dijeron las fuentes. Estaban completas y firmadas por el detenido, incluso en las fechas en que se había presentado la PDI en su casa.

Foppiani solicitó una pericia caligráfica y se descubrió que fueron rellenados y firmados un mismo día. Con estas pruebas, se abrió una investigación contra los dos policías de la seccional de la zona sur que pasó a la fiscal Karina Bartocci, de la Oficina de Violencia y Corrupción Institucional, y también se emitió un informe al Ministerio de Seguridad para que inicie las medidas administrativas que se requieran. En tanto, a José Luis se le sumó la imputación de desobediencia a la autoridad por 16 hechos.

Entradera con fuego amigo

Braulio Erbayo, compañero de causa de José Luis O., ya había firmado un juicio abreviado a tres años y cuatro meses de cárcel por tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego, luego de que fuera detenido con este último y Marcelo Medina, de 34 años, en una entradera en la que todo salió mal. Pasó el 25 de febrero del año pasado, cuando Erbayo y Medina sorprendieron a un vecino de La República al 8300 y lo obligaron a entrar a la casa.  Allí adentro tuvieron una discusión, forcejearon y a Erbayo se les escapó un tiro que le dio en la pierna a Medina. Ambos intentaron irse por la puerta del patio, pero estaba cerrada. Así las cosas, según la explicación en la que coincidirían  luego ambos, treparon el muro y a Erbayo se le escaparon otros tres tiros que hicieron blanco, otra vez, en Medina. Malherido, éste se arrojó en la Renault Kangoo en la que, según la acusación, estaba José Luis O. al volante y el trío empezó el escape, aunque a las pocas cuadras los detuvieron. Los tres terminaron acusados de tentativa de robo agravado por el uso de arma y llegaron a un acuerdo con el fiscal Foppiani. Fue entonces que Marcelo Medina y Erbayo aceptaron en octubre pasado 3 años y cuatro meses de prisión. José Luis O. debía hacer lo mismo, pero nunca se presentó a firmar el acuerdo y fue declarado en rebeldía, ya que no estaba en su casa cuando fueron a buscarlo. Así comenzó la investigación de Foppiani que llevó a descubrir que las actas firmadas de los controles habían sido confeccionadas el mismo día, con la consiguiente falsedad ideológica e incumplimiento de deberes por las que están sospechados los dos policías.

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