Cultura

¿Polémica o campaña?

Una declaración de Hernán Casciari sobre la literatura desató una serie de feroces cruces en redes

El popular autor y guionista aseguró que los libros son para nostálgicos y que tenían sentido en una época en la que no existían los dispositivos. Desde el mundo editorial, salieron a responderle sin metáforas 


El escritor, guionista y director editorial Hernán Casciari dijo, en una entrevista en el canal de YouTube Gelatina, que no cree en la literatura y en poco tiempo el video se volvió viral en redes sociales y escritores, autores y editores, usuarios y otros eslabones del mundo editorial salieron a responderle en la mayoría de los casos dejando de lado las metáforas.

La declaración de Casciari se produjo durante una entrevista realizada por el conductor Pedro Rosemblat en la que ambos intercambiaban ideas en torno al rol de la literatura y de la lectura como hábito entre adultos y niños, en una época en la que impera la virtualidad y los focos de distracción son múltiples.

“La literatura era cosa de una época en donde no teníamos pestañitas que minimizar ni 14 dispositivos dando vueltas alrededor”, dijo Casciari, entre otras cosas. A raíz de este recorte audiovisual, que circuló en todas las redes sociales, se abrieron distintas opiniones y posicionamientos dentro del ecosistema editorial.

Uno de los que decidió expresar su postura en X (ex Twitter) fue Maximiliano Papandrea, editor del sello Sigilo: “A Casciari nunca le interesó la literatura, sólo contar chistes. Eso siempre fue evidente. Qué bueno que lo haga explicito ahora”.

Otra de los que respondieron rápidamente a las declaraciones de Casciari fue la escritora Paula Puebla, quien hizo alusión al carácter “traidor” de las palabras del director editorial de Orsai. “Son bocha los fariseos a los que no les interesa la literatura. La paradoja es que les fue y les va bárbaro vendiendo libros”, planteó. Y agregó en otro tuit: “Al fin Casciari salió del closet”.

Consultado por la agencia de noticias Télam, el autor prefirió no hacer declaraciones sobre el asunto y en redes sociales utilizó retuits para promocionar su tienda de libros y poner ejemplares en oferta al 50 por ciento del valor de venta regular. “Todos mis libros a mitad de precio mientras me sigan puteando en Twitter. ¡Que no decaiga!”, posteó con tono irónico y sin correrle el cuerpo al efecto publicitario que tuvo su “desliz”.

“Casciari escribe como piensa”, escribió en X (ex Twitter) la escritora Marina Yuszczuk, autora de La Sed y Para que sepan que vinimos, subiéndose así a la contienda pero con cierta sutileza. También lo hizo Hernán Vanoli, autor de Arte folk americano, quién publicó: “Horrible tener que elegir entre el vendedor de ballenitas Casciari y los culo roto de la religiosidad literaria de huida del mundo. La literatura es algo demasiado importante como para quedar en manos de cualquiera de los dos”.

Aunque fue parte de una conversación más extensa, otro punto muy comentado en redes sociales fue cuando Casciari hizo referencia a la nostalgia que tienen los adultos por la lectura en libros de papel, sobre todo de los libros de largo aliento. “Hay mucha gente haciendo fuerza para que los chicos lean. Mi hija tiene seis años y obvio que no va a leer, ¿para qué? Decirle a un chico de siete, ocho años que tiene que estar tres, cuatro horas mirando para abajo con todos sus sentidos concentrados en una sola cosa, que es un papel con tinta en donde un tipo te quiere explicar cómo es la cara de ese personaje, pobrecito, ¿por qué le vas a hacer eso al chico?”, planteó.

Otro de los usuarios que opinó sobre la polémica fue el escritor y periodista Pablo Maurette, quien fue un tanto más benévolo, tuvo un punto de acuerdo con el autor, y dijo en X: “Casciari, si no me equivoco, es un hombre de la oralidad. Está perfecto lo que dice. Es la disputa milenaria entre la oralidad y la escritura. Los del bando de la escritura celebramos que siga viva la contienda”.

¿Audiolibros?

Una de las herramientas que utiliza Hernán Casciari en sus publicaciones, que va en sintonía con estas ideas o debates en torno a cómo se consume la literatura, es el audiolibro: con cada libro que publica tiene una versión para escuchar, y así el usuario puede oír el relato de la historia mientras está haciendo otra actividad.

En una entrevista realizada con Télam, la escritora Mariana Enríquez hizo una referencia a los modos en que las personas pueden acceder a la literatura que cuadra en este cruce de opiniones. “Hay muchos tipos de narraciones, por supuesto que la ficción es necesaria, pero a la ficción se puede acceder desde muchos lugares: desde el cine, desde una televisión, desde lo oral, montones de cosas. Pero hay una cosa como que el tipo que lee es mejor, que tiene algo superior, y eso es jodido. O sea, vos leés porque querés, hay gente que no tiene tiempo de leer, mi mamá se puso a leer de vieja, porque antes no tenía tiempo, tenía que laburar y cuando tenía que desconectarse de laburar no se desconectaba con Flaubert, lo hacía mirando la tele”.

Las repercusiones continuaron y otro de los autores que se subió al cruce fue Roberto Chuit Roganovich, ganador del Premio Futurock a mejor novela por su libro Quiebra el álamo: “Casciari dice lo que dice porque su literatura, que está basada en el punch line, es incapaz de escribir una novela de 500 páginas, que es de verdad lo único que quisiéramos hacer todos”.

También lo hizo el escritor, crítico cultural y periodista Martín Caparrós, haciendo uso del sarcasmo que lo caracteriza: “¿Quién es este nabo que sólo lee libros de maquillaje y tratamiento facial?”.

Entre los mensajes a su favor en X también figura Natalí Incaminato, filósofa y escritora, conocida como La Inca y creadora de contenido en YouTube: “Lo banco a Casciari, con un clásico medio clisé nos puso a hablar de literatura. Los baits que sí?”.

Una vez viralizado el cruce, Casciari volvió a tuitear sus libros a mitad de precio y dio por cerrado el debate: “Hacía un montón que no la pasaba bien en Twitter, hay mucha gente nueva muchísimo más boluda que antes”.

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