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Trovador

Una conversación “reconfortante”

Silvio Rodríguez analizó la relación de Estados Unidos con Cuba y Venezuela. El cantautor muestra nuevo disco en el Luna Park el 27 y 28 de mayo.


El trovador cubano Silvio Rodríguez, figura esencial de la canción iberoamericana que los días 27 y 28 de mayo regresará a la Argentina tras dos años y medio para presentar en el estadio porteño Luna Park su reciente álbum Amoríos, confesó sobre esta visita sudamericana, que incluirá una presentación en Santiago de Chile: “Es toda una excepción, porque cada vez salgo menos fuera de Cuba”.

“Lo que me gusta hacer es ir a los barrios. Empecé creyendo que lo hacía por los barrios y descubrí que los barrios me dan más a mí que yo a ellos. La verdad es que me estoy aprovechando”, comentó Rodríguez, en la que no se privó de analizar la relación de Estados Unidos con Cuba y Venezuela.

Antes de inaugurar la Cumbre de los Pueblos con un recital en la Universidad de Panamá, un encuentro paralelo a la VII Cumbre de las Américas, Rodríguez destacó las recorridas barriales que desde 2010 lleva más de 60 presentaciones gratuitas por diferentes lugares de Cuba.

Un resumen de esa experiencia se plasmó en el documental Canción de barrio, de Alejandro Ramírez, cineasta que en 2008 rodó junto a Ernesto Pérez Hombres sobre cubierta (acerca de la experiencia de Silvio en el pesquero Playa Girón), quien destacó que los puntos que toca el tour “tienen en común la necesidad y la pobreza y también comparten la resistencia del día a día contra los problemas de escasez”.

Sobre si girar constantemente por barrios y ciudades cubanas lo reconcilió con los escenarios y sus ritos, Rodríguez apuntó: “Los barrios son escenarios poco rituales. Hacemos los conciertos en las calles, a las puertas del vecindario. No me siento reconciliado porque empecé cantando en lugares así y mantengo presente de dónde provengo. César Vallejo decía que el arte venía del pueblo e iba hacia el pueblo. Siempre he creído en eso”.

Acerca de cómo definiría Amoríos, el material con el que llegará a Buenos Aires en mayo próximo, el cantautor apuntó: “Excepto dos –una sobre la paz y otra sobre un día de lluvia– son canciones de relaciones de pareja, o sea de amoríos. Habla de relaciones que fueron más o menos pasajeras, pero no superficiales, porque todas dejaron testimonio. En el concierto intercalaremos el material nuevo entre temas más tradicionales. Otra particularidad es que iré con dos formaciones musicales. Con mis compañeros de siempre (el Trío Trovarroco, Niurka González y Oliver Valdés) y además con el cuarteto de jazz con el que he trabajado para Amoríos”.

Del nuevo escenario en el  ámbito de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, el trovador cubano señaló: “Después de tanta guerra caliente, tibia y fría, es reconfortante que haya plática. Es muy distinto conocerse así que desde la confrontación. Digamos que tengo mis reservas, pero que soy optimista. Desde los 80 estoy escuchando en Cuba la palabra cambios. Así que estamos cambiando desde mucho antes que empezara este diálogo. Creo que lo que estamos cambiando es por autocrítica, por madurez, por elemental adecuación a nuevas realidades”. “Sí me parece torpe, políticamente, el ataque a Venezuela. Pensar que vamos a anteponer la relación bilateral al fundamento martiano de Nuestra América es no conocernos, o no querernos conocer”, concluyó Rodríguez.

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