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Una cena romántica le costó 9 mil pesos

Un hombre se quedó dormido y, cuando despertó, le faltaban dinero y alhajas.

Haber concretado una cita amorosa en su departamento fue lo peor que le pudo pasar a un hombre de 61 años que se durmió al lado de una mujer bastante más joven que él, tras compartir una cena romántica y un par de botellas de vino. Pero la llegada del sueño, que parecía anunciar el feliz desenlace de la velada, fue el comienzo de una noche que recordará como de pesadilla. Es que, poco después de la una de ayer, el hombre llamó a la Policía para denunciar que su “cita” se había llevado mil dólares, cinco mil pesos y varias alhajas de oro, además de las llaves de su casa, ubicada en Dorrego al 1600.

“Más que una viuda negra debe ser una oportunista”, sugirió un alto jefe policial que no pudo asegurar si la mujer utilizó algún somnífero para dormir a su víctima o simplemente fue sigilosa.

De acuerdo con lo denunciado por Darío P., de 61 años, la noche del jueves recibió en su departamento a una mujer que había conocido unos días antes en la vía pública y a quien le dejó su número telefónico para que lo llamara, ante una atracción que parecía ser mutua.

La dama, que según la descripción del hombre acusaba veinte años menos que él, lo contactó cerca del mediodía del jueves y acordaron encontrarse a comer en su domicilio esa misma noche. La velada transcurrió con la intimidad que caracteriza ese tipo de encuentros y con la alegre soltura que despierta el buen vino entre recién conocidos.

Con o sin ayuda de somníferos, en algún momento de la noche Darío se durmió, pero al despertar se dio cuenta de que estaba solo. No le llevó demasiado tiempo darse cuenta del faltante de varios objetos de valor, entre ellos una alianza y una pulsera de oro que estaban sobre la mesa de luz, junto a un reloj de mano que también se llevó su acompañante nocturna. Y lo peor, la suma de mil pesos y cinco mil dólares, según especificó la víctima a personal del Comando Radioeléctrico que acudió a su domicilio tras un llamado al 911.

Más tarde el hombre amplió su testimonio en la seccional 2ª, con jurisdicción en la zona. Voceros del caso indicaron que la mujer tiene entre 35 y 40 años, según la descripción que brindó el denunciante, y que se ordenó realizar peritajes en el domicilio de la víctima, para determinar si el hombre consumió, sin saberlo, algún tipo de somnífero.

Otra pista a seguir está relacionada con lo concerniente a la línea telefónica que utilizó la mujer para acordar la cita, apuntó una fuente ligada al caso.

De todas formas, para los pesquisas todavía es muy prematuro afirmar que el robo fue perpetrado por una consumada viuda negra, como se dice de las mujeres que mediante la seducción engañan a sus víctimas para cometer delitos que van desde robos hasta homicidios, sino que se inclinan más por el actuar de una “oportunista”.

El hecho es investigado por personal de la seccional 2ª, y el Juzgado de Instrucción en turno, a cargo de Juan Andrés Donnola.

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