Esto se reflejaba en los rostros de Nahuel Roselli y Cristian Núñez, quines fueron los primeros en salir del vestuario pero no quisieron hacer declaraciones. El primero en pararse delante de los periodistas fue Juan Quiroga, quien llegó a la quinta amarilla y no estará ante Boca. El lateral analizó el encuentro: “Realmente en el primer tiempo no jugamos bien, pero en el segundo mejoramos y hasta tuvimos chances para ganarlo, lamentablemente faltando muy poco nos quedamos sin nada”. Además, el Mono explicó cómo fue hacer pie en un terreno de juego totalmente inundado: “Fue muy difícil, hablamos muchas veces con el árbitro, queríamos terminar, la pelota se quedaba en todos los sectores”. Por último, mostró su tristeza por haber llegado al límite de amarillas y perderse el partido del sábado: “Me pierdo un partido que todos queremos jugar, de esas jugadas hubo miles en el partido, el árbitro no entendió eso y ya no puedo hacer nada”.
Además, el volante Hugo Barrientos reconoció: “Estoy triste por el resultado porque merecimos otra cosa, regalamos los primeros cuarenta y cinco minutos. Necesitábamos sumar, pero por suerte tenemos la revancha rápido el sábado”.
Siguió diciendo que para ese encuentro deberán corregir muchas cosas porque “ningún equipo de primera puede regalar un tiempo”. Para concluir dijo que va a soñar con la jugada que Monzón le sacó cuando el partido todavía estaba 1 a 0 para Huracán: “Me quedó la pelota atrás y el arquero me la sacó a pura intuición”.
El último en salir fue Alexis Machuca, quien como el resto de sus compañeros mostró su preocupación por el desempeño del primer tiempo: “No pudimos jugar por los costados, la cancha estaba muy pesada. Cuando teníamos el partido cerrado nos quedamos sin nada”.
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