Ciudad

Un tiro en Facebook que salió por la culata

Chicos de una escuela invitaban a “odiar” a una compañera: el blanco fueron ellos.

Parecía un hecho más contra alguien, de los típicos que suelen darse en los últimos tiempos. Como vehículo –como casi siempre– tenía a Facebook. Y como protagonistas, esta vez, a alumnos de la escuela Emilio Ortiz Grognet, de Rondeau al 2600. Un adolescente decide crear un grupo en la red social en el que una joven propone “odiar” a una compañera de colegio. Y listo: que los que se vayan sumando adhieran dejando su mensaje en el “muro” del blog. Pero algo salió mal, o el hecho esta vez tuvo una vuelta distinta de tuerca: al mismo tiempo que el tema salía a flote, en vez de adherir a la agresión, la mayoría de los cibernautas empezó a repudiar a los autores. Y más aún: no sólo arreciaron los visitantes que se unieron al grupo para combatirlo, sino que hasta crearon dos nuevas entradas en el mismo Facebook, esta vez en defensa de la joven “odiada”.

Originado casi siempre por conflictos entre compañeros este tipo de grupos se multiplica en la red social. Según datos publicados por la agencia Noticias Argentinas, en promedio existen en Facebook alrededor de 500 grupos bajo la consigna “Yo también odio a”. En las últimas horas, la ciudad fue noticia a nivel nacional por un nuevo episodio de este tipo que, paradójicamente, saltó esta vez a la esfera pública a través de medios porteños y de allí llego los locales. La agredida esta vez fue Magalí P, una alumna de la escuela Emilio Ortiz Grognet, de Rondeau al 2600.

“Todos los que la conocen saben lo que es, ¿o no?”, escribió Ailén en uno de los mensajes que aparecieron en el muro apenas se creó el espacio, a la vez que también agregaba epítetos bastante más elocuentes. Más adelante, Marú también quiso dejar su mensaje. “Me da mucha bronca que todos estén detrás de ella todo el tiempo. Ella pide una hoja y ya saltan 20 dándole la hoja. Se dan cuenta de que son ustedes los que hacen que «se la crea». La odio”, estampó la adolescente.

En una primera instancia, los comentarios en el mismo sentido se empezaron a acumular. Pero después varió el tono, radicalmente.

Según explicaron desde el colegio, el grupo había sido creado en realidad varios meses atrás, y las rencillas hacía rato que habían comenzado a apaciguarse. Pero el hecho igual tomó notoriedad pública luego de que en las últimas horas “metieran la cola” algunos canales de televisión porteños. Como era de esperarse, la noticia tuvo eco a nivel local y ayer la joven, su familia, y hasta un abogado que contrataron ad hoc debieron hacer frente a los micrófonos locales.

En tanto, Federico López, representante legal de la escuela Emilio Ortiz Grognet, donde concurren la víctima y los compañeros involucrados, dijo que es la primera vez que sucede algo así en la institución. “Convocamos a los padres para explicarles lo acontecido. Y pusimos a disposición de ellos y de la joven una psicóloga de la escuela para contener y asistir” a todos, relató el letrado. Y luego sostuvo que “los chicos están arrepentidos”.

“De hecho están compartiendo el curso como siempre y le pidieron disculpas”, agregó. Con todo, lo cierto es que situaciones, a veces benévolas e inocentes, a veces violentas, en Facebook –o Twitter u otras redes sociales– se multiplican. “Los jóvenes no saben del alcance que puede llegar a tener esto; no tienen ni idea. Saben cómo entrar, no cómo salir. Y no tienen dimensión de lo que pueden opinar”, explicó el letrado.

Fuentes del colegio y allegados a la familia de la chica admitieron a El Ciudadano que, pese a todo, estaban “gratamente sorprendidos” por la reacción de la comunidad educativa y de los propios cibernautas, que alzaron sus teclados contra quienes buscaron “agredir” a la adolescente, y también contra este tipo de “escraches”.

Las quejas, en cambio, fueron para otra geografía: “Vinieron medios porteños a difundir un tema en un lugar que no conocen y a buscar sólo un gran impacto. Pero nadie muestra cómo reaccionó la comunidad y la gran cantidad de personas que repudiaron el hecho en la misma web”, explicaron desde la institución.

En tanto, el mismo espacio que había nacido para invitar a “odiar”, seguía llenándose de mensajes en la dirección contraria: “¿Se dieron cuenta que el 99% de las personas que se unieron, se unieron para alentar a Magali?”, se preguntó Daniel, mientras luego Antonella escribía con el mismo espíritu: “Che, la querian undir??? (sic) por que me parece que hicieron lo contrario., Magali tenes que star agradecida!!!!!!”. Al mismo tiempo se crearon los grupos. “Yo banco a Magalí P” y “Porque yo también digo que Magalí es hermosa”. También en Facebook.

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