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Un superclásico devaluado

River y Boca vienen en caída libre. En el millonario echaron a Cappa y en el Xeneize Borghi está en la cuerda floja. Para colmo el encuentro se jugará un martes, complicando la asistencia masiva de público. Baldassi será el árbitro del superclásico

En Boca esperan que Riquelme le cambie la cara al equipo.

River y Boca jugarán una nueva edición del superclásico, aunque esta vez estará más devaluado que nunca no sólo porque ninguno de los tiene chances de pelear arriba, sino porque también deben sumar puntos para no complicarse en la tabla de abajo.

El trascendental choque está tan devaluado que hasta se jugará un martes, día atípico para contar con el ferviente y masivo apoyo del hincha, debido a una superposición de fechas con recitales musicales ya pactados tras la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

Boca tiene un poco más de ventaja ante una eventual derrota, ya que si bien Claudio Borghi renunciaría, no estaría tan asfixiado como River, que se hundió en la zona de promoción, lejos de los que están arriba y con Gimnasia y Olimpo al acecho.

Por lo tanto, el elenco de Núñez tiene mucho más que perder que su eterno rival, ya que la presión es mucha y en caso de otro traspié podría tener al conjunto bahiense mucho más cerca y con grandes riesgos de terminar en el descenso directo.

Cabezas bajas. Una imagen que se viene repitiendo en el Millonario.

Encima, el presidente Daniel Passarella decidió echar al entrenador Ángel Cappa y Juan José López haría su debut nada menos que en el clásico, como DT interino.

Por el lado de Boca, las urgencias también apremian y la situación del técnico es complicada, pero acá hay mayor margen para trabajar con algo más de tranquilidad y más con la vuelta de Juan Román Riquelme tras recuperarse de una lesión.

El conjunto azul y oro recibió un mensaje de alerta que en la actualidad no es tan preocupante, pero sí podría serlo si no logra torcer el rumbo. En ese sentido, de seguir así arrancará la próxima temporada muy cerca de los puestos de descenso, con River y Racing tres puntos abajo.

De todas maneras, el elenco Xeneize sabe que al recuperar a Riquelme puede terminar con varios problemas en la ofensiva, pero también dependerá de la buena convivencia que haya entre los referentes.

Este superclásico parece el más apagado de los últimos tiempos y por más que los protagonistas traten de ponerle algo de picante no logra prender del todo.

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