Ammann ganó con claridad, al refrendar, con el mejor salto de la competición -108 metros- en la manga decisiva, el liderato que detentaba tras el primer intento. Superando en tres metros su primer salto, el helvético sumó un total de 276 puntos y medio, siete más que el polaco Adam Malysz, que capturó plata.
Este sábado, el mago volador firmó un nuevo truco que no fue más que el resultado de una preparación a conciencia para una prueba en la que refrendó el sensacional momento que vive: Ammann no es líder de la Copa del Mundo 2009-10 por casualidad.
Ammann dejó a Suiza a tiro de uno para anotarse su medalla número 300 en unos Juegos -tanto de verano como de invierno- y se colocó asimismo a un paso de hacer historia si repite la exhibición de hace ocho años y gana de nuevo, el próximo sábado, en el trampolín largo del Parque Olímpico de Whistler.
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