El epicentro fue localizado en Sabanilla de Montes de Oca, una comunidad ubicada en la periferia noreste de la capital, a una profundidad de 7,5 kilómetros. No se reportaran daños materiales de importancia ni víctimas.
La sacudida, que hizo tronar edificios en San José, provocó pánico entre la población, al producirse una semana después del terremoto de magnitud 8,8 que devastó el sur de Chile, y a dos meses del que destruyó la capital de Haití, Puerto Príncipe.
El 12 de enero de 2009, un terremoto de magnitud 6,6 en la escala de Richter devastó la zona de Chinchona y Vara Blanca, ubicada al norte de la capital costarricense, causando la muerte de al menos una veintena de personas.
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