José Odisio
El retorno de Pablo Pérez al Parque fue exitoso. Lo que pensaba Frank Kudelka se dio en cancha. El volante no necesitaba adaptación, el DT confiaba en que podía darle un salto de calidad al equipo y eso sucedió ante Lanús.
Pérez junto a Sebastián Palacios fueron los dos jugadores más destacados de la Lepra. Pero con aportes distintos. Y en el caso del mediocampista, su presencia le dio más fluidez y juego al equipo, algo que no había sucedido con Mauro Formica.
Está claro que Pérez es un socio ideal para Maxi y Moreno, como también lo puede ser de Formica. Y puede abastecer muy bien a Palacios y los otros delanteros, e incluso parece un complemento ideal para las subidas de Angelo Gabrielli, cuando el uruguayo se recupere del desgarro.
Pero Pablo Pérez aporta algo más. Experiencia, temperamento y quite, para que Julián Fernández ya no esté tan solo en la recuperación del mediocampo.
No siempre las estadísticas reflejan con certeza lo que sucede en el campo de juego, pero los números de Pérez con Lanús son contundentes.
El mediocampista fue el jugador leproso que tocó más veces la pelota (77), pero además fue el que más pases dio, con una efectividad del 85 por ciento. Su aporte también pasó por la recuperación, ya que tuvo dos intercepciones y 4 despejes, con un dato contundente: ganó 12 de los 14 duelos que disputó.
Obviamente el correr de los partidos permitirá que el jugador se acomode un poco más al equipo, aunque su primer aporte ya lo puso en un lugar alto del pedestal.
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