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Cine

Un recorte de obra local se suma a la muestra

EEl encuentro ofrecerá una sección dedicada a Mario Piazza, la proyección de “Binaria”, de Carolina Rimini y Gustavo Galuppo, y materiales del Festival Infantil Ojo al Piojo.


Con varias propuestas que llevan el sello rosarino en diferentes instancias de su grilla, arrancará este viernes la 31ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se desarrollará en esa ciudad de la costa argentina hasta el domingo 27 con una profusa programación que reúne en total más de trescientas propuestas.

El encuentro tendrá una sección especial dedicada al rosarino por adopción Mario Piazza; la proyección del film Binaria de Carolina Rimini y Gustavo Galuppo en la sección Panorama de Cine Argentino y será de la partida, por quinto año consecutivo, el Festival Internacional de Cine Infantil Ojo al Piojo, impulsado por el Centro Audiovisual Rosario (CAR).

“El festival tiene tres objetivos: convertirse en la plataforma para el cine argentino y latinoamericano; hacerle llegar al público una gran cantidad de producciones que de otra manera no hubiesen podido acceder y que las salas se llenen de espectadores”, aseguró el director artístico del festival marplatense, Fernando Martín Peña, en la conferencia de prensa, donde anunció la programación del encuentro cuya velada inaugural estará a cargo del film Neruda, del chileno Pablo Larraín.

En ese contexto, los rosarinos dijeron presente. De hecho, dentro de la sección Panorama Mario Piazza contará con un merecido homenaje por su trabajo en formato Súper 8. “Antes de dirigir los reconocidos documentales La escuela de la señorita Olga (1991), Cachilo, el poeta de los muros (1999) y Madres con ruedas (2006), Mario Piazza trabajó en Súper 8. Y si uno emplea el término trabajar es porque lo de Piazza fue múltiple; además de filmar una decena de cortometrajes, fue uno de los impulsores máximos del formato reducido en Rosario y el resto del país, organizando muestras de cine nacionales e internacionales en Súper 8 y publicando la revista under El Superochista entre 1980 y 1981”, escribió Pablo Marín en el catálogo del festival que anuncia la recuperación, para el encuentro, de los “films formativos de Piazza”.

Allí se verán Papá Gringo, Sueño para un oficinista, A los santos cuetes I, A los santos cuetes II y El hombre de acero.

Un mar de niños

Por quinto año consecutivo, el Festival Internacional de Cine Infantil Ojo al Piojo que el CAR realiza en la ciudad desde 2011, se mudará a Mar del Plata con una selección especial de lo que pudo verse en su última edición en Rosario. La suma del proyecto rosarino surge por iniciativa de los organizadores del festival marplatense con el objetivo de incorporar a los más chicos en la programación.

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Este año, la sección Ojo al Piojo contará con la proyección de 14 películas de distintos lugares del mundo: Dji. La muerte falla (Moldavia), 1-0 (Kurdistán), Decoraciones (Japón), Feardom (Italia), Pasapalabra (España), Los detectives de negro y Los bichos del jardín (ambas de Uruguay). También se verá las producciones alemanas Pawo y El Presente, y las argentinas Súper escondida, Doña Ubenza y Belgrano (Rosario), entre otras.

Ensayo en construcción

Los realizadores rosarinos Carolina Rimini y Gustavo Galuppo trabajan juntos desde 2013. A la fecha, realizaron los cortos Antonia (2015), El fuego de la última noche (2016) y los largometrajes La creación de un mundo (2015) y Pequeño diccionario ilustrado de la electricidad (2015). En esta edición del Festival de Mar del Plata presentarán Binaria.

“Fuentes diversas y heterogéneas, material audiovisual apropiado y citas tergiversadas forman un ensayo en construcción focalizado en las relaciones entre la tecnología audiovisual y el despliegue del capitalismo”, adelantan los realizadores acerca de Binaria y agregan: “A partir de apuntes fragmentarios y discontinuos, el film traza un mapa siempre abierto en el cual se pueden cartografiar esas relaciones posibles pensadas como operatorias mercantiles dispuestas para instaurar una estratificación social basada en el dominio y la exclusión. En este territorio que se dibuja como un ejercicio de resignificación, el cine hegemónico y las imágenes técnicas son pensados como parte de un sistema de operaciones que establecen una jerarquización de género propuesta como base de todas las otras jerarquías. Así, desde la multiplicidad de abordajes, Binaria se centra principalmente sobre ese eje: la binarización de género como soporte de todas las violencias funcionales a las lógicas de mercado que erosionan el mundo”.

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