El Hincha

En el Coloso

Un rayo de luz: Fertoli convirtió y la Lepra festejó

Con gol del Rayo a los 10 minutos del segundo tiempo Newell's se quedó con tres puntos que valen oro


Newell’s sabía que no iba a ser una noche fácil. Los anuncios previos presagiaban un partido bravo, con el hincha enojado, y mucho. El clima no ayudó a despejar los nervios lógicos tras una semana donde se fue Omar De Felippe y AFA le sacó dos puntos que alguna vez le había repuesto. Y no fue la lluvia, que parece haber sacado abono en el Coloso. Fue el enojo de los hinchas, el genuino, expresado con cánticos, y el condicionado, con banderas contra los jugadores colgadas en las populares, donde habita la barra.

Le costó a Newell’s entrar en partido. Era lógico. Y eso que Patronato se esforzó para darle ventajas, con una defensa repleta de dudas y una falta de solidez indisimulable. Pero el Gato no esta fino, mucho menos confiado; Fertoli se quedó en amagues; y Fidryzsewski fue un martirio para los relatores radiales, aunque tuvo los mismos problemas para definir que Leal, ayer reposando en el banco en el inicio.

El partido se llenó de chambonadas. Desaciertos en los pases, fallos en los despejes, jugadores acelerados que nunca apretaron el freno para pensar con claridad; rebotes, pifias, y por ahí algún iluminado que intentó algo distinto, sin éxito, obvio.

Los 23 goles en contra de Patronato eran una invitación al gol. Pero Newell’s se aturde tanto cuando entra al área rival que no hay ventaja posible. Todo es una lucha, nada es claro.

El Coloso nunca pudo bajar el estado de tensión. Los hinchas se debatían entre el aliento y el enojo, y los jugadores hacían poco para bajarle la taquicardia.

De pronto, un haz de luz. Un momento de claridad casi impensado en medio del caos. Figueroa puso pausa, levantó la cabeza y sacó un centro perfecto, de esos donde el sonido del golpe del botín con la pelota enamora. Y esta vez alguien supo capitalizarlo. No fue un nueve, el cabezazo fue de Fertoli, que cuando vio que era gol fue en busca de su revancha y lo gritó de cara a una platea que lo tiene alquilado desde hace un tiempo.

El gol, lejos de traer calma crispó más los nervios. Newell’s dilapidó varias veces la chance de sentenciar el pleito. Y los centros de Sperduti empezaron a doler el alma. Sin sonrojarse Bidoglio puso a Paredes por Fertoli, un defensor alto por un atacante, todo un mensaje.

El reloj se hizo eterno y a Patronato no se le cayeron demasiadas ideas. Hubo que cerrar los ojos en cada centro al área de Aguerre. Y sufrir. Hasta que el pitazo de Merlo confirmó los tres puntos. Aunque no pudo bajar la tensión. Para reconciliar al equipo con la gente hará falta mucho más.

Puntajes del triunfo leproso

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