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La Lepra juega mal y sigue sin ideas

Un punto es nada

Banfield no lo supo definir y quedó en claro que mereció ganar el partido. Maxi hizo el gol pero terminó expulsado.


Empate para festejar si se tiene en cuenta el trámite, pero el 1 a 1 de Newell’s ante Banfield no suma, decididamente resta. Y si Gallego, los jugadores y los hinchas imaginaban que anoche la Lepra podía comenzar a revertir la historia y mejorar la imagen, nada de eso sucedió. Por el contrario, los cuestionamientos aumentaron y el Tolo cada día tiene menos crédito.

Si bien Gallego intentó cambiar la imagen futbolística del equipo con una puesta en escena al menos más ofensiva desde los nombres, la realidad es que el mal momento de la Lepra no tiene que ver con poner un delantero más o menos. Newell’s no muestra ni por asomo una idea de juego, es un equipo que a la vista no tiene trabajo táctico, y entonces todo queda librado a los rendimientos individuales o a los aciertos y errores del rival. Y la mano del entrenador es sólo una frase hecha que no tiene sustento alguno ya que saber a qué juega Newell’s es todo un desafío.

Por eso no sorprendió que la Lepra llegara al gol en su primer avance serio, a partir de un anticipo de Nehuén Paz, que provocó una contra bien resuelta por Alexis Castro, quien envió un centro rasante para el gol de Maxi de arremetida. Pero ni siquiera el 1 a 0 le trajo tranquilidad al local. Y Banfield siguió con su idea de juego, sabiendo que en algún momento la chance de igualar iba a aparecer. Y no debió esperar demasiado, en una contra, la defensa leprosa hizo un pésimo retroceso y Mauricio Cuero metió una corrida solitaria para fusilar a Pocrnjic y establecer el empate.

Y de ahí al cierre del primer tiempo se vio la peor versión leprosa, sin ideas, corriendo detrás de un rival que hizo de la posesión de la pelota su mayor atributo, aunque sin ser tan punzante a la hora de acercarse al área rival.

Y como en las películas, las segundas partes nunca son buenas. Y si lo de Newell’s en el primer tiempo fue flojo, en el complemento fue aún peor. Sufrió horrores Paz a Cuero, el mediocampo no funcionó y ni Tevez, ni Scocco, ni Maxi pudieron generar algo serio.

Y si no fuera por la ineficacia del Taladro o algún cierre providencial de López o Pocrnjic, la Lepra se hubiera quedado sin nada, aunque Castro tuvo una clara en el final y atajó Bologna. Al fin y al cabo, un punto o nada no hubiera cambiado demasiado la ecuación. Y al Tolo los tiempos se le acortan cada día más.

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