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Un procesado por el crimen de un hombre en Cabín 9

Pese a que una capucha le cubría el rostro, el supuesto homicida fue señalado por familiares de la víctima.

Un hombre de 34 años apodado Chim fue procesado por el asesinato de Carlos Alberto Cirera, un ex marino de 51 años que fue herido de muerte hace casi dos meses por un grupo de personas armadas que ingresaron a su domicilio del barrio Cabín 9 de Pérez con presuntas intenciones de robo. El imputado había sido reconocido por uno de los hijos de la víctima “por sus ojos” como una persona que vivía a pocos metros, ya que cuando ingresó en el lugar lo hizo encapuchado, confiaron fuentes del caso. En la misma resolución, el juez de Instrucción 8ª, Juan José Pazos, dictó la falta de mérito a otros dos imputados en la causa, caratulada “homicidio en ocasión de robo”.

El 31 de mayo pasado, poco después de las 21.30, tres hombres encapuchados y armados ingresaron a la vivienda ubicada en El Chajá al 500, de Pérez, con aparentes intenciones de robo, aprovechando que la puerta de ingreso había quedado sin llave.

En el interior de la vivienda, los desconocidos se toparon con Carlos Cirera y uno de sus hijos. Otro deambulaba por la casa, mientras que un tercero, que es policía y presta sus servicios en el Comando Radioeléctrico de Pérez, había llegado de trabajar poco antes y, después de quitarse el uniforme a medias, se había acostado a dormir en su habitación.

Mientras un ladrón reducía a quienes estaban en la cocina y al hijo que estaba en otra pieza, otro se dirigió a la cocina y amenazó a la esposa de Cirera y a su hija de once años: “Quédense quietos o le volamos la cabeza”, dijeron.

Los ruidos y gritos despertaron a otro de los hijos de Cirera, un policía que hacía pocos minutos se había recostado a descansar. Con revólver en mano y la mitad del uniforme puesto, el agente se asomó al comedor para ver qué pasaba.

Pero apenas lo vieron, los desconocidos abrieron fuego contra el policía, que respondió a la agresión con más disparos. El enfrentamiento dejó malherido a Carlos Cirera, quien recibió dos plomos en el abdomen y falleció cuando era trasladado al centro asistencial Gurí, de la localidad de Pérez.

En tanto, el uniformado hirió a uno de los atacantes, que huyó renqueando junto con los otros dos ladrones.

Cirera tenía 51 años y vivía con su mujer y ocho de sus nueve hijos en una casa de material ubicada en El Chajá 589, en el barrio Cabín 9, en Pérez. La familia se instaló en el predio que hoy ocupa la vivienda hace unos 30 años. En su juventud Cirera era marino, pero con el tiempo abandonó esta actividad y comenzó a incursionar en la seguridad privada, que era lo que en la actualidad le brindaba el sustento diario a él y a su mujer, porque cada uno de sus hijos tiene un trabajo propio, dijeron en su momento fuentes policiales.

“Buscaban plata, puede que hayan tenido un dato o que hayan caído ahí como pudieron caer en cualquier otro lado”, consideró una fuente, quien además contó que es probable que los autores del hecho no hayan sabido que el hijo policía estaba durmiendo.

Tras el homicidio, familiares de la víctima señalaron a un muchacho que vive en Cabín 9 como uno de los atacantes. Y luego de una serie de patrullajes en la zona, el sindicado ladrón, que tenía la remera manchada de sangre, fue detenido junto a otras dos personas en la esquina de Perito Moreno y El Chajá. El principal sospechoso fue identificado como Gabriel O., de 34 años y conocido como Chim, quien fue procesado bajo la figura “homicidio en ocasión de robo”. En tanto, a Mauricio G., de 18; y Sergio R., de 36; se les dictó falta de mérito.

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