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Un poco de magia surgida desde el Irar

Presentaron muestra de fotos hecha por adolescentes recluidos en el instituto.

Por: Agustín Aranda

Una muestra de fotografía realizada por los menores que se encuentran alojados en el Instituto de Recuperación de Adolescentes Rosario (Irar) exhibe más de 20 imágenes y negativos cuyos títulos remiten una y otra vez a la libertad y a la falta de libertad.

Las fotos son consecuencia del Taller de Fotografía Estenopeica del Instituto de Rehabilitación de Adolescentes de Rosario y se podrá ver hasta el 15 de este mes en el hall de la Secretaría de Cultura y Educación, ubicado en Avenida Aristóbulo del Valle al 2700, donde funcionaba la estación Rosario Norte.

La muestra del taller de fotografía estenopeica –técnica fotográfica donde se utilizan escasos recursos materiales para confeccionar la cámara– contenía en exposición más de 30 obras realizadas por jóvenes que están alojados en el Irar. Por consiguiente, la mirada representada deriva de aquella situación de encierro.

En la muestra se pueden ver más de 20 fotografías con sus respetivos negativos, cuyos títulos remiten una y otra vez a la libertad (falta de libertad). Entre alusiones directas a la situación de encarcelamiento –“Aislado”, “La cruz del encierro”, “Acá adentro no existimos, afuera vivimos”, “Espero que la liberta se siente a mi lado”, “Dos camiones fuera de nuestro alcance”, “La frontera, entre la libertad y el encierro” –son mensajes debajo de las fotografías– que, en puño y letra de estos jóvenes privados de la libertad, también intentan mostrar cierta introspección, como en los casos de “Este parece el corazón de mi madre cuando entre en el Irar y la carita de mi padre diciendo «qué hiciste hijo»”, “El paisaje inolvidable”, “Alejamiento”, “El cazador de sueños”, “El coleccionista de perlas”, “Veo una luz que me llama”.

Poemas de amor, piropos (a la libertad) y rimas que involucran las palabras: tiempo, encierro y amor abundan en la muestra. Es que, además de las fotografías, también posee en exposición una serie de manuscritos. Muchos poseen claras alusiones a la Policía, a los políticos y al encierro. Otros abundan en descripciones autobiográficas, como sacadas de un diario personal.

Ejemplo poético de esto serían estas líneas que, decoradas con errores de ortografía y algunas manchas de tinta, cuentan a los visitantes de la muestra: “Aire tu que vas por donde quieres sin que nadie te de permiso ni te detenga. Eres libre ya que es así, llevate mi ser para que sea libre a tu lado, ya que estoy privado de mi libertad y la espera es eterna, una vez más. Firma: Brian E. Tevez (bos sos un botón…nunca vi un policía tan amargo como voz…)”

En el centro del hall, un cuaderno de comunicaciones –como aquel que se utiliza en la primaria– sirve como depósito de las sensaciones que los distintos visitantes pueden experimentar con respecto a la muestra. El mismo tendrá como destino los mismos realizadores de las fotografías y manuscritos. En la misma mesa se disponen  postales con las fotografías y otro cuaderno más. Adentro de este, se encuentra una serie de imágenes que grafican la confección de la cámara estenopeica dentro del Irar a manos de los propios jóvenes. La rustica cámara consta tan sólo de cartón, una lata y una aguja. El resto es magia.

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