Ciudad

Un pinchazo por la vida

Por Luciana Sosa.- Cientos de personas se analizaron y vacunaron contra la hepatitis en la plaza Montenegro. Esta iniciativa se suma al lanzamiento nacional de vacunas gratuitas en efectores públicos.


A pesar del frío y el mal tiempo, cientos de rosarinos se sumaron ayer a la convocatoria contra la hepatitis, en la plaza Montenegro (San Luis y San Martín), donde se realizaron análisis y se aplicaron vacunas. Las hileras se formaron con personas de todas las edades, a partir de los 20 años). Esta jornada fue el broche final de una semana que se inició, a nivel nacional, con la llegada de la vacuna gratuita a todos los centros de salud públicos.

“Es un orgullo ver a tanta gente, a pesar del frío, y de la lluvia intermitente. Es, no sólo un logro de la lucha que venimos realizando desde hace años, sino también una batalla ganada ante la hepatitis de parte de toda esta gente que se acercó a la plaza”, dijo, orgullosa, Edith Michelotti, de Hepatitis Rosario, la ONG que lleva cinco años trabajando para desterrar la enfermedad. La mujer estuvo acompañada de autoridades municipales de la Salud, como también de un equipo integrado multidisciplinario de las facultades de Bioquímica, Odontología y Medicina.

Desde temprano se pudo ver ayer a jóvenes que iban de a grupos, otros adultos que concurrían solos y mujeres de todas las edades que, abrigadísimas, esperaban su turno para someterse al análisis o aplicarse la vacuna.

“Esta mañana me enteré por la radio que se hacía esta actividad y le dije a mi marido ‘¿vamos?’. Nunca es tarde para empezar a preocuparse por la salud”, señaló Gladys.

El caso de Gerardo, un joven de 28 años, tuvo que ver con una advertencia en el núcleo familiar: “Mi primo tiene hepatitis B y al enterarnos de qué se trata, me hice el análisis hace un tiempo y ahora aprovecho y me aplico la vacuna. La verdad que si no hubiera pasado esto en mi familia, yo nunca hubiera tenido noción de lo que significa”.

Por otra parte, Esteban y Santiago, quienes conviven hace unos meses, manifestaron que ante la difusión de la actividad decidieron ir juntos a analizarse. “Uno a veces no piensa en lo importante que es cuidarse, y siempre busca mil excusas para no ir a un hospital. Con esta opción de poner las carpas en pleno centro, un lugar por el que pasamos casi todos los días, las excusas desaparecen”, coincidieron.

La vacuna se aplica en tres etapas: la segunda a los 30 días de la primera dosis, y la tercera a los seis meses. Desde la organización se aclaraba que es fundamental cumplir con estos pasos para completar el tratamiento, y por eso se le entregó a cada paciente un calendario recordatorio con las fechas de las próximas dosis.

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