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Un pedido: verdad y justicia

La fiscal Mabel Colalongo refutó los dichos de la defensa y pidió que “en honor a la verdad se valoren las pruebas en relación a todas las causas y no de manera parcial y tendenciosa para impartir justicia”.

En la mañana de ayer prosiguió el juicio oral y público a cinco represores por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Durante la mañana terminó su alegato el representante legal de tres de los imputados, quien pidió la nulidad de todo lo actuado durante el juicio, que se viene desarrollando desde fines de agosto del año pasado. Luego, la represente del Ministerio Público Fiscal rechazó todos y cada uno de los planteos esgrimidos por los abogados defensores.

Luego de que el abogado de oficio Silvio Galarza Azzoni pidiera la absolución de sus defendidos, los integrantes del Tribunal Federal Nº 1, Otmar Paolucci, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe hicieron lugar al pedido de la fiscal subrogante Mabel Colalongo, quien de inmediato comenzó a responder a los pedidos de nulidad de todo lo actuado durante el juicio, que fueron solicitados por los abogados de los represores Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo.

Durante casi cinco horas, la fiscal Colalongo fue refutando todos los planteos. Con varios testigos, querellantes y familiares en la sala, la fiscal remarcó que “la mayoría de los defensores acordaron en aceptar que se trató de un plan sistemático”, que por lo tanto los delitos cometidos durante la dictadura fueron de lesa humanidad y que los mismos “son imprescriptibles”.

La representante del Ministerio Público Fiscal solicitó la nulidad de todos los planteos hechos por las defensas y remarcó el valor de la prueba testimonial que fueron dando testigos, sobrevivientes y familiares. Es que la defensa de los imputados sostuvo durante su alegato que muchos testigos se vieron influenciados por la prensa y que algunos admitieron haber estado confundidos durante mucho tiempo sobre el lugar en que estuvieron detenidos.

“Algunos reconocieron haber estado 20 años confundidos, y bien podrían haber venido a decir que estuvieron secuestrados donde no era. Pero no lo hicieron porque no querían cualquier verdad, quieren que se cumpla con el mandato de verdad y justicia”, expresó.“Solo pido que en honor a la verdad se valoren las pruebas en relación a todas las causas y no de manera parcial y tendenciosa para impartir justicia”, terminó diciendo la fiscal Colalongo.

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