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Un nuevo punto de vista

Revelaron en Australia un “ojo” que emitirá, por medio de implantes, órdenes al cerebro para mostrar sombras y puntos de luz. Médicos locales aseguran que es un gran avance para desterrar la ceguera.

Por: Luciana Sosa

La noticia internacional despertó diversas posturas. Se conoció en Australia un prototipo de “ojo biónico”, cuyos responsables esperan que sea capaz de devolver la vista a los ciegos. El implante funciona enviando señales al cerebro y, aunque no dará una visión perfecta, permitirá distinguir puntos de luz. Para el oftalmólogo rosarino Joaquín Bafalluy éste es un avance “maravilloso” de la medicina y aclara que se necesita de mucha paciencia debido a las pruebas que se deben realizar con estos prototipos. En tanto, Guido Maranzana, del Movimiento Unidad para Ciegos y de 75 años, definió: “Es una noticia más que no podré experimentar”.

La iniciativa conocida en Australia requirió de una inversión de unos 38,6 millones de dólares y “puede ser uno de los avances médicos más importantes de nuestra generación”, según afirmó el primer ministro de ese país, Kevin Rudd. “El proyecto del ojo biónico permitirá a Australia mantenerse en la vanguardia de esta línea de investigación y comercialización, y puede devolver la vista a miles de personas en todo el mundo”, dijo Rudd.

El doctor Joaquín Bafalluy señaló a El Ciudadano que este proyecto es un indicio de que “las primeras causas de cegueras están en vía a recuperación total gracias al trabajo de la medicina”. El médico se refirió a glaucoma, cataratas, retinopatía diabética y degeneración macular como las cuatro principales causantes de la ceguera, las cuales tendrán una solución casi total, experimentos, investigaciones y paciencia mediante.

“Hay que aclarar que este dispositivo creado en Australia no es para todas las personas ciegas, sino para aquellos que tengan un problema en la retina, que hasta ahora la medicina no ha encontrado un tratamiento eficaz para recuperar la visión”, advirtió. Asimismo, Bafalluy dijo que este logro es “una alternativa de visión artificial”.

Según los científicos, el invento se implanta parcialmente en el globo ocular y está diseñado para pacientes que sufren una pérdida de visión degenerativa y hereditaria causada por una condición genética conocida como retinitis pigmentosa. El “ojo biónico” dispone de una minicámara, colocada sobre una lente, que captura imágenes y las envía a un procesador (que puede guardarse en el bolsillo) que a su vez transmite una señal a la unidad en la retina que estimula sus neuronas vivas y manda las imágenes al cerebro.

“Hay que tener cuidado con el término de «ojo biónico»”, apuntó Bafalluy. “Muchos piensan que con él se verá mucho más allá, y que la visión será perfecta. No es así: se podrán distinguir algunos puntos de luz, sombras y bultos, la visión será muy grosera para nosotros que vemos a la perfección, pero para aquellos que no ven absolutamente nada será una ayuda increíble a su movilización por la vida”.

En tanto, aclaró que el tiempo que se deberá esperar para palpar y experimentar los beneficios de este dispositivo es bastante. “No tiene que ver con la diferencia en la distancia entre Australia y Argentina, sino con los tiempos que requiere la medicina para probar un dispositivo. Se necesitan varias pruebas fehacientes y recién ahí se podría acceder al mismo”, explicó.

Sin embargo, en personas que desarrollaron su vida entera sin poder ver, no despiertan demasiadas esperanzas. Guido Maranzana es integrante del Movimiento Unidad para Ciegos. Tiene 75 años y es ciego desde los 3. “Nunca supe por qué, ni siquiera es genético, porque no tengo antecedentes y ninguno de mis dos hijos ni mis cuatro nietos tiene problemas de visión”, comentó a este diario. Ante la consulta sobre el grado de esperanza que puede despertar una noticia de esta índole, Maranzana expresó: “A mis años escuché muchas noticias de este tipo y no pude experimentar ninguna. No dudo que los médicos estén investigando, pero lamentablemente ha quedado todo en proyectos. Además, supongo que eso (el dispositivo artificial) debe ser carísimo”. 

De todos modos, se mostró conforme con la vida que ha llevado: “Escuché muchas veces de operaciones donde te implantan unos cables y eso te permitiría ver algo: son cosas a las que no me sometería nunca. Tuve una buena vida a pesar de la ceguera, trabajé como docente de música por décadas, soy afinador de piano desde hace 50 años y confieso que me encantaría ver la carita de mis nietos, pero escucharlos y sentirlos cada vez que me visitan es algo que ningún experimento internacional o ninguna discapacidad me puede quitar”.

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