Usuarios del transporte urbano de pasajeros volvieron a sufrir ayer las consecuencias de un método que viene repitiendo seguido la Unión Tranviaria Automotores (UTA) en el último tiempo en la ciudad: la medida de fuerza sorpresa. Sin previo aviso, los choferes de La Mixta decidieron un paro desde las primeras horas del lunes hasta pasadas las 15 por el despido de un empleado de la empresa el último viernes haciendo que miles de rosarinos –especialmente los más madrugadores– se fueran enterando de la situación en las mismas paradas. Así las cosas, un total de nueve líneas de colectivos, la 112, 115, 126, 127, 131, 132, 138, 139 y 140 no realizaron sus recorridos durante unas 16 horas. Luego, tras negociaciones en el Ministerio de Trabajo, se llegó a un acuerdo entre las partes y se decidió la reincorporación del trabajador cesanteado.
Las quejas por el nuevo paro se escucharon a lo largo de todo el día por parte de los usuarios y apuntaron al unísono a lo mismo: nadie niega el derecho a tomar medidas de fuerza por parte de los trabajadores, lo que se pide es que se avise con anticipación dado lo necesario del servicio.
El propio secretario de Servicios Públicos del municipio, Pablo Seghezzo, se “desayunó” con la novedad por las consultas de los medios de comunicación a primeras horas del día. “La medida fue decretada por los delegados. El paro fue por un despido puntual y nada tiene que ver con los sueldos, cosa que se viene resolviendo desde hace unas semanas cuando se firmó la nueva pauta salarial”, remarcó.
“Yo creo claramente que se pueden evitar estas medidas intempestivas y sin avisarlas. Hay muchas opciones intermedias y este fue un paro sorpresivo, sin aviso previo, que no le suma nada a nadie”, agregó.
Por su parte, Néstor Bracero, uno de los delegados de la firma de transporte urbano de pasajeros formada por capitales privados y estatales contó que el despido del trabajador fue sin causa. “El compañero echado viene de una operación de cervical, estaba trabajando, no tiene informe disciplinario, no tiene suspensiones y creemos que es totalmente injusta su cesantía”, explicó en pleno conflicto.
“Hacía un mes que se había reincorporado a trabajar ¿cómo van a despedir a una persona así? Esta mañana (ayer) los muchachos antes de salir a trabajar realizaron una mini asamblea y ahí se decidió la medida. La UTA igual que nosotros defiende la fuente laboral de los compañeros. Este es un recurso que tenemos nosotros los trabajadores para defender el pan que los compañeros llevan a la casa”, añadió.
Sin medias tintas, el trabajador resaltó que el paro era contra “la soberbia que tiene la gente que maneja La Mixta”. “Acá lo que pedimos es que no haya más despidos encubiertos. El que tiene que darle las respuestas a la gente es el presidente de La Mixta que está echando gente sin razón. Este año hubo entre tres y cuatro despidos más”, se quejó.
Al ser consultado sobre lo intempestivo de la medida y por qué no se avisó con anticipación la misma, Brachero explicó: “Nosotros somos amigos de la gente que viaja todos los días con nosotros y lamentablemente nos tienen que entender, porque estamos cuidando el trabajo de un compañero. La empresa no se puede manejar de la forma que se está manejando. Despedir a una persona porque sí está mal”.
En respuesta, el presidente de La Mixta, Matías Galíndez, recordó que fueron notificados de la medida de fuerza a la cero del lunes. “Descartamos plenamente cualquier clase de persecución por el tema de los certificados médicos. Es un caso de despido por una causa más que justificada, por un tema de ausentismo y bajo desempeño y los certificados no tienen absolutamente nada que ver”,
“Acá se cumplieron todos los procedimientos administrativos para estos casos. Esto no va apuntado a un despido por una cuestión puntual de un certificado o una licencia médica. Estamos hablando de una persona con bajo desempeño en la empresa. Tiene que ver con el cumplimiento de todas sus obligaciones, de los horarios, obviamente también está la cuestión del ausentismo, informes, multas, hay un montón de cuestiones que se analizan a la hora de despedir a un empleado y en este caso está más que justificado”, continuó. “No esperábamos una reacción de este tipo ante una decisión de la empresa y nos desayunamos con esta decisión que consideramos fuera de lugar por una cuestión que siempre hay caminos intermedios para resolver los conflictos. Nosotros tenemos un diálogo permanente con los delegados”, concluyó.
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