Cultura

Plan de lucha  

Un “NO” rotundo: las y los trabajadores de la cultura rosarina, en estado de alerta y movilización

El realizador de cine y teatro Gustavo Postiglione habla de los alcances de la primera reunión, presencial y online, frente al DNU y la Ley Ómnibus del gobierno nacional, de la que participaron más de mil personas, a la que definió como un hecho histórico en sus cuarenta años de carrera


La pandemia abrió un inédito debate para las y los trabajadores de la cultura en la Argentina que parecía estar en camino de saldarse, más allá de los recortes que el sector sostenía desde el paso del macrismo entre 2015 y 2019, e incluso de lo que dejó la misma pandemia. Sin embargo, la reciente llegada al gobierno de La Libertad Avanza volvió a poner en estado de asamblea permanente y movilización a un sector que, como pasa en la mayoría de los países del mundo donde la cultura se subsidia porque debe ser una preocupación del Estado, siempre es motivo de recortes y vaciamientos, ahora de cara al tan mentado DNU del gobierno de Javier Milei y la Ley Ómnibus que echa por tierra cientos de otras leyes, que en ambos casos deberá debatir el Congreso de la Nación afrontando un nuevo desafío histórico.

En ese contexto, con el desfinanciamiento del otrora Ministerio de Cultura de la Nación ahora convertido en Secretaría y sin certezas de nombramientos y cargos a ocupar, lo que pone en literal peligro a los Institutos de Teatro (INT), Cine (Incaa) y Música (Inamu), del mismo modo que a las Bibliotecas Populares y al Fondo Nacional de las Artes, entre más, la comunidad artística y cultural local organizó su primera y multitudinaria asamblea este martes, en el Complejo Cultural Atlas de Mitre al 600, de la que participaron referentes de todas las áreas y de la que surgieron una serie de lineamientos a seguir por parte del sector, que ya trabaja en comisiones, y que volverá a reunirse el próximo miércoles 10, al tiempo que, entre más, se sumarán al paro general propuesto para el 24 de enero.

“No recuerdo una reunión tan amplia de referentes de la Cultura de estas características en mis cuarenta años de trabajo”, dijo para abrir la charla el director de cine y teatro local Gustavo Postiglione, uno de los promotores del encuentro realizado este martes en coincidencia con otros que tienen lugar por estos días en distintos puntos del país.   

“Siento que el objetivo fundamental de organizarnos estuvo cumplido. Escuchamos voces de todos los sectores, algunos de los cuales recién es la primera vez que participan de este formato colectivo, y estamos seguros que se seguirá sumando gente de distintos ámbitos de la cultura local y regional”, planteó el realizador.

“En este sentido se propuso sumarse a todas las actividades organizadas por Unidxs por la Cultura (espacio de alcance nacional) a partir de una agenda que ya está confeccionada y que incluye cacerolazos, nuevas asambleas y la participación en el paro de la CGT del 24 de enero. Las consignas son las de #NoalDNU y #NoalaLeyOmnibus. Y desde lo particular de la reunión realizada en Rosario proponemos reuniones con los responsables de Cultura tanto de la Municipalidad como de la provincia para explicarles la situación del sector y solicitarles el acompañamiento a nuestro pedido, ya que el DNU y la Ley atentan contra la propia existencia del arte y la cultura”, sumó.

Y destacó: “También hablaremos con los diputados nacionales por Santa Fe para solicitarles que no aprueben esta ley y explicarles en detalle lo que significaría su aplicación. Para todo eso, armamos una mesa de coordinación de lo que llamamos Multisectorial de la Cultura Rosarina, donde habrá representantes de todos los sectores que participan de la cultura en la ciudad y la región. Y a su vez se armaron diversas comisiones para resolver cuestiones de comunicación, de logística, de organización de los próximos eventos, como así también todo lo referido a lo que será el paro nacional del 24 de enero”, detalló Postiglione.

En el mismo sentido, la asamblea resolvió por unanimidad sumarse a las acciones de Unidxs x la Cultura del 10, 20 y 24 de enero. Para el 10 de enero convocan a ruidazo en un lugar céntrico, para el 20, a una nueva asamblea general, aún más amplia y abierta, que sumará actividades artísticas en espacios públicos. Y para cerrar el mes, sumarse a la medida de fuerza nacional del 24 de enero, paro general y movilización lanzados por la CGT y CTA, entre otras organizaciones sindicales, que en las últimas horas consiguieron un amparo en la Justicia para frenar las medidas que van por los derechos laborales.  

Convocatoria inédita

“Yo no recuerdo algo igual; hace mucho que estoy con esto, más de 40 años que estoy laburando en la cultura de la ciudad, y no recuerdo una convocatoria de estas características como tampoco recuerdo que nos hayamos juntado todos. Siempre hay matices, siempre hay diferencias, algunas veces uno se mira de reojo con otros por esas cosas propias del ego del artista, pero creo que ahora nos juntó el espanto, siento que es eso. La convocatoria fue gigantesca y está buenísimo que sea así”, contó Postiglione, quien prepara para abril o mayo el estreno de Romeo y Ofelia, su nueva película inspirada en clásicos de Shakespeare, que extrañamente (o no) transcurre en una Rosario bastante distópica.

Y sumó: “Hubo más de 400 personas presentes y otras 600 que siguieron la reunión por streaming, más otras que siguieron la reunión por meet. De movida, fuimos más de mil personas, fue una cosa gigantesca, incluso más grande que la reunión que se armó hace unos días en Buenos Aires, siendo Rosario una ciudad mucho más chica y, obviamente, con muchos menos artistas y referentes de la cultura. Creo que hoy podemos asegurar que Rosario se convirtió en un punto neurálgico de lo que es la convocatoria para defender la cultura en todo el país”.

Comunidad cultural

Respecto de la ciudad, sin dudas un vergel en producción cultural desde hace décadas, un dato que le ha servido a sucesivas gestiones para chapear pero que rara vez tiene su correlato en una inversión real y sostenida para el adentro de la cultura rosarina que es mucho más que las caras que aparecen en carteles y campañas, el creador planteó: “Siento que en este momento podemos decir que estamos un poco más cerca de esa idea de comunidad cultural. Y creo que nos juntamos porque lo que está en peligro real es nuestro trabajo, más allá de que también están en peligro muchas otras cosas, pero el trabajo es esencial. Quizás debamos separar las cosas en dos partes: por un lado está lo simbólico porque, por ejemplo, desarmar el Instituto Nacional del Teatro donde los fondos, como pasa con el Inamu, son menores en relación con aquellos que van destinados al Instituto del Cine, desmontar esa estructura (quitar la Ley 24.800/97 que es la que le dio origen) significa una cuestión simbólica porque eso implica que desaparezcan esas voces disonantes que incomodan, dado que el teatro en las provincias es el ámbito donde surgen esas voces que siempre molestan al poder. Pero también está el trabajo, porque quitarnos la posibilidad de que un a una laburante de la cultura pueda acceder, mínimamente, a un recurso económico para que desarrollar su trabajo y se dignifique que es lo que queremos todos los trabajadores, la dignidad del trabajo, implica degradarnos, bajarnos el precio e incluso hacernos desaparecer”.

Y cerró: “La cultura es el espejo de la sociedad; si vamos a Hamlet, a un fragmento del texto, donde el personaje se pregunta cuál es el rol del actor, la respuesta sostiene que ese rol es poner un espejo frente a la realidad, frente al espectador. Es ese espejo que nosotros ponemos a diario con nuestro trabajo para que nos miremos todos y que ahora quieren romper en mil pedazos para que dejemos de mirarnos”.

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