Ciudad

Un nene murió al caer por el hueco de un ascensor

Por Santiago Baraldi.- Nemías tenía 2 años y el último sábado cayó al vacío desde el 5º piso del Fonavi de Grandoli al 4200. “Fue como un pase de magia: el ascensor fue hacia arriba y cuando lo llamaba no venía”, relató el padre.


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Nemías tenía 2 años y murió al caer por el hueco de un ascensor, el sábado pasado, en la torre E del barrio Fonavi de Grandoli al 4200. En el edificio de diez pisos, donde viven 43 familias, hay dos ascensores pero uno de ellos está clausurado hace una década; sin embargo, el pequeño cayó por el elevador que funcionaba y que por disposición judicial, hasta que se conozcan las razones del accidente, quedó clausurado.

Daniel Burgos, papá de Nemías, salía de su casa con su hijo y llamó el ascensor. El pequeño ingresó, el hombre cruzó unas palabras con su esposa en el palier del 5º piso y la puerta se cerró. “Fue como un pase de magia: el ascensor fue hacia arriba y cuando lo llamaba no venía, no se qué pasó, no tiene barra de contención”, relató a El Ciudadano el padre desconsolado.

Desde hace 20 años Burgos trabaja de portero en un edificio de 1º de Mayo al 900, “y más de una vez se ha quedado algún viejito encerrado y yo lo calmaba, lo sacaba porque conozco las mañas de estos ascensores”.

El relato del padre de Nemías desgarra cuando lanza: “¿Sabés cuánta gente saqué yo del ascensor y con mi hijo no pude? Y cuando quise meter la mano se me fue, o lo llamaron, cuando lo volvía a llamar, el bebé ya no estaba, fue como un pase de magia. Subí al sexto y vi que no estaba, bajé las escaleras hasta la planta baja y rompí la puerta y estaba en el hueco… El ascensor quedó en el sexto, no sé cómo fue; no tiene barra de contención. Esto ya pasó hace años en la torre de al lado”.

Los vecinos afirman que no conocen a la empresa que tiene a su cargo el mantenimiento de los elevadores del complejo habitacional. “Debe ser una trucha porque el ascensor nunca anduvo bien”, siguió Burgos, quien está viviendo desde el fin de semana trágico en una casa prestada porque no está en condiciones emocionales de regresar al edificio de Grandoli al 4200.

Impresionada

Estela es vecina del edificio donde murió Nemías. Todavía retumba en su memoria la desesperación de Burgos. “Me quedé muy impresionada porque escuché al papá preguntar a los gritos «Dónde estás, dónde estás?». No entendíamos qué pasaba, el ascensor quedó abierto en el sexto piso, donde vivo yo, y al nene lo encontraron en el hueco. Es gente buenísima, trabajadora. Acá no hay consorcio, ni administradora, ni nada; sólo hay una mujer que junta la plata cuando se necesita mantener el ascensor”, relató.

La mujer también contó que desde el fin de semana hay un grupo de vecinos, los de avanzada edad y aquellos con discapacidades motrices, que no pueden salir de sus departamentos. “Estamos aislados porque no podemos bajar; el mantenimiento depende de la plata que ponemos los vecinos; ahora nos dicen que hay que poner 60 mil pesos para que vuelva a funcionar y no todos ponen el dinero. Hay gente mayor, hay dos personas discapacitadas. Yo tengo que ir a cobrar mi jubilación y no puedo salir”, señaló Estela, quien afirmó que, si bien hay dos ascensores, “uno está roto por lo menos hace nueve años, que es el tiempo que yo vivo acá”.

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