Política

Panorama político

Un mapa para entender las alianzas políticas en Santa Fe

El socialismo ratificó su pertenencia al Frente Progresista. La UCR seguirá en forma orgánica en ese espacio, pero a nivel nacional integrará Cambiemos junto al PRO y la Coalición Cívica. El PJ va a las urnas en un marco de unidad y favorecido por la dispersión opositora


Un mapa, un diagrama de relaciones, un manual de instrucciones o una brújula. Definitivamente, el electorado santafesino va a necesitar de alguno de esos instrumentos siquiera para dilucidar el complejo esquema de alianzas políticas que se cocinan en la provincia para los próximos comicios intermedios.

Por estas horas, el peronismo define el nombre de la alianza con que irá a las urnas –¿Frente de Todos?– junto a una docena de fuerzas políticas, tal como ocurrió en 2019. El socialismo ratificó su pertenencia al Frente Progresista en la provincia y explora un acuerdo similar para las elecciones nacionales. En la UCR hay tantas estrategias como sectores internos: unos seguirán en el Frente Progresista, otros en Cambiemos y uno grupo no menor de radicales busca poner un pie en cada espacio, lo que implica jugar con el socialismo para los cargos locales y con el PRO en el plano nacional.

Ideología y pragmática, como siempre. La decisión del PS de seguir dentro de la coalición de la que es parte hace dos décadas es ideológica. En el partido de la rosa no quieren saber nada con el PRO ni con otros sectores de la derecha política; no hay acuerdo estratégico que los vaya a correr de ese “tercer espacio” que entienden como una demanda de la ciudadanía harta de la grieta.

En cambio, el flirteo de los radicales del NEO –que avalan la alianza con Cambiemos para los comicios nacionales mientras apuestan a quedarse dentro del Frente Progresista para las elecciones de concejales y comisiones comunales– es puro pragmatismo. Quieren sumar poder al precio que sea; con tal de ganar cargos, no le hacen asco a nada. Así como en su momento se sacaban fotos con Hermes Binner o Miguel Lifschitz, hoy posan para los flashes junto a Amalia Granata mientras observan los movimientos del partido a nivel nacional, encolumnado con el PRO de Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

 

El Frente continúa

Este último viernes, el Congreso Provincial del PS aprobó la conformación del Frente Progresista para elecciones locales y para las nacionales, aunque la denominación que se utilice en el segundo caso puede variar de acuerdo con lo que termine definiendo el radicalismo.

“Más de mil compañeros y compañeras de toda la provincia participaron y definieron seguir impulsando el Frente Progresista para las próximas elecciones”, señalaron desde el PS a manera de resumen del Congreso Extraordinario.

En los hechos, la decisión del PS implica reafirmar la integración del Frente Progresista para las próximas elecciones junto a la UCR, el PDP, el partido Creo de Pablo Javkin, el GEN, Libres del Sur, SI y Pares “pero también buscar su ampliación, con la convocatoria a otros espacios afines y personas independientes con vocación de transformar la realidad, dentro de acuerdos programáticos”. Ese último agregado, por parte de la conducción del socialismo, es una invitación abierta a dirigentes que se alejaron del espacio –como Rubén Giustiniani y su partido Igualdad– y a otros espacios de la centro-izquierda como Ciudad Futura y el Frente Social y Popular.

Elecciones 2021: el socialismo ratificó su pertenencia al Frente Progresista

La presidenta del socialismo a nivel nacional, Mónica Fein, lo planteó en estos términos: “La unidad requiere diálogo y que nos escuchemos. El socialismo está dispuesto a construir una alternativa que les dé esperanzas a los y las argentinas. Y Santa Fe es un ejemplo que miran desde el resto del país. Queremos construir una alternativa progresista para la Argentina y para eso vamos a hablar con todos y todas”.

El ex gobernador y ex presidente del PS nacional, Antonio Bonfatti, apeló a una vieja frase (“nadie sobra”) patentada por Jorge Obeid en los años de divisiones internas en el PJ: “Sigamos en el Frente Progresista, fortalezcamos a los partidos que lo integran porque nadie sobra. Si alguno se quiere bajar, será su decisión; si alguno se quiere subir, que sea con nuestros valores y proyectos”. Esa última definición apunta tanto a los radicales que quieren irse a Cambiemos como a los aliados que el socialismo perdió en los últimos años.

Por lo demás, en el plano político, la decisión es perfilar una opción progresista ante el gobierno de Omar Perotti, definido como “conservador” por las propias autoridades del PS. “Este gobierno provincial la mejor política pública que ofrece es un plazo fijo y no hay nada más conservador en una pandemia que tener un plazo fijo”, sostuvo el presidente del PS provincial Enrique Estévez.

 

Con unos y con otros

La Convención de la UCR santafesina tomó una decisión salomónica que deja contentas a todas sus líneas internas: autorizó a sus dirigentes a hacer alianzas locales con los partidos del Frente Progresista, con excepciones, y en el mismo sentido habilitó la continuidad del acuerdo nacional con el PRO y la Coalición Cívica en Cambiemos, también con excepciones. Esto significa que aquellos dirigentes que se quieran cortar solos en sus distritos no serán sancionados por el partido. En los hechos, implica que habrá presencia radical en casi todos los frentes políticos.

La resolución de la Convención se divide en dos grandes capítulos. En el plano provincial, autoriza la conformación de una alianza electoral transitoria para las elecciones en municipios y comunas junto al PS, el PDP, Creo y “otros partidos políticos que de común acuerdo se apruebe incorporar”.

La UCR se desdobla: irá con el Frente Progresista en las locales y con Cambiemos en las nacionales

En el plano nacional, la Convención provincial de la UCR aprobó la conformación de una alianza transitoria “en los términos políticos que establezca la Convención Nacional” (aún sin fecha) respecto de la política de alianzas con el PRO y la Coalición Cívica, bajo el paraguas de Cambiemos, para participar de la elección de senadores y diputados nacionales.

Para que la sangre no llegue al río, los radicales de Santa Fe idearon una solución que satisface a todas sus tribus internas: el documento emanado de la Convención dispone que “se respetarán las decisiones particulares de los militantes, dirigentes y/o sectores internos que, atento a la identificación ideológica y la historia política de la provincia, decidan participar de entendimientos con otros partidos políticos”.

 

Todos unidos

Mientras tanto, como dice la marcha, en el PJ santafesino apuestan a la unidad como única fórmula de éxito electoral. El justicialismo inscribirá un frente junto a otra docena de fuerzas políticas: sus aliados históricos, el Frente Renovador y los partidos que ya acompañaron al peronismo en las elecciones de 2019.

“Si nosotros no entendemos cómo nos fue antes del triunfo (de 2019), podemos correr el riesgo de tener resultados no deseados. Tenemos que priorizar la construcción colectiva, a partir de una idea de unidad que fue posible porque todos los espacios que se sumaron”, sintetizó el presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, durante el congreso partidario provincial realizado dos semanas atrás.

Esa unidad con fines electorales se empieza a observar también en el plano de la gestión provincial. Tras el compromiso público del gobernador Perotti de reanudar el diálogo con propios y extraños, el ministro y el secretario de Gobierno de la provincia, Roberto Sukerman y Oscar Urruty, vienen manteniendo encuentros frecuentes con senadores y diputados del oficialismo.

No obstante, al gobierno le sigue costando mucho trabajo lograr resultados concretos en la Legislatura. El nivel de cohesión que se observa a nivel de estrategia electoral todavía no tiene su correlato en el día a día de la gestión provincial. Una tarea extra para el ala política del gobierno

La conformación de dos grandes polos opositores –Cambiemos y el Frente Progresista– favorecerá las chances del PJ. Todo indica que no habrá “frente de frentes”, como postularon en su momento los radicales del NEO. Sin candidatos potentes en cancha, todas las fuerzas políticas arrancarán empardadas la inminente campaña electoral. Después será el turno de la ciudadanía de a pie, que con su voto dará veredicto sobre lo actuado por unos y otros en los últimos dos años.

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