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Un lugar para reducir el dolor

La Sociedad de Beneficencia del hospital Provincial proyecto un centro donde residan padres y niños que deban asistir a un tratamiento intenso, sea por leucemia o otra enfermedad prolongada.

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Por: Luciana Sosa

La Sociedad de Beneficencia del hospital Provincial planea un centro de residencia para aquellos que deban realizar un tratamiento prolongado o bien que tengan a un familiar cercano internado. El proyecto se construirá en la esquina de Zeballos y 1º de Mayo y contará con la ayuda económica de empresas de la ciudad. Isolda Baraldi, presidenta de la institución sin fines de lucro, declaró a El Ciudadano que este emprendimiento es algo “muy necesario y que se suma a la ayuda que se les brinda –desde otros ámbitos de la salud– a aquellos que sufren por la cercanía de una enfermedad y no cuentan, además, con los recursos necesarios para instalarse en la ciudad, o bien cerca del hospital, durante el tratamiento”.

“Este proyecto va avanzando y nos inspiramos en la Fundación Garrahan (Buenos Aires), donde se alojan los familiares de chicos con cáncer que viven en el hospital, mientras su largo tratamiento oncológico se desarrolla”, señaló la presidenta.

Sobre el espacio que ocupará esta construcción, Baraldi recordó que hacía tiempo ese lugar tenía algunos bancos y ahí dormía gente de la calle que luego fue expulsada por el municipio, con el fin de realizar una construcción. “Pensamos que era parte del terreno alquilado a la provincia, por eso actuaba el municipio sobre el mismo, pero nos dijeron que en realidad ese alquiler no incluía esos metros cuadrados, por ende pertenecían en su totalidad a la Sociedad de Beneficencia. Es por eso que decidimos dar un paso más en la ayuda a los enfermos y sus familiares”, explicó.

Asimismo, la mujer que recorre a diario el hospital y el Geriátrico Provincial, conoció de voz de los médicos del centro de salud que “cada vez son más los chicos que padecen leucemia y hay muchas personas carenciadas, que inclusive viven en las afueras de Rosario, que no tienen recursos para sostener un tratamiento de esta índole y mucho menos trasladar parte de la familia, por lo menos uno de los padres del niño enfermo, a la ciudad para acompañarlo y cuidarlo. Es una situación muy grave que se expande a pasos agigantados”, lamentó la presidenta de la institución.

Este centro de atención a los enfermos y sus acompañantes es una vivienda de dos pisos con siete habitaciones totalmente equipadas para dos personas cada una. Allí se les brindará las comodidades básicas sin ningún tipo de costo. Baraldi aprovechó el diálogo con este medio para mencionar su admiración por el trabajo realizado por el Centro de Apoyo Integral Hemato-Oncológico (Cenaih), de Gaboto 1335. Allí funciona desde hace 20 años esta residencia  Centro de Apoyo Integral Hemato-Oncológico (Cenaih). Una entidad sin fines de lucro, que alberga a veinte personas (10 niños y su acompañante) afectadas por enfermedades como leucemia, trasplantes o quemaduras de gravedad. Los chicos reciben su tratamiento médico en los distintos centros asistenciales de la ciudad, en especial en los hospitales de Niños Víctor J Vilela y el Zona Norte. “Pero aquí recibimos de todos los hospitales”, señalaron sus trabajadoras. “El trabajo que realizan en ese centro es admirable”, expresó Baraldi.

En tanto, Carlos Montenegro, responsable de la construcción del hogar, señaló a este medio que, si bien el espacio a ocupar es pequeño, se harán los trabajos arquitectónicos necesarios para que quienes asistan a la residencia tengan el mayor confort.

“Se hará una reelaboración total del sector, con una nueva fachada y en poco menos de un mes saldrá la licitación o concurso de precios para que las empresas coticen las obras necesarias. Hasta ahora la Sociedad de Beneficencia se caracterizó por licitar empresas de acuerdo a las especialidades, como aquellos que estén a cargo de la electricidad del lugar, las instalaciones de cañerías, la construcción en sí, y de esa manera resulta mucho más fácil conseguir adherentes. Si bien eso implica un lapso mucho mayor de trabajo, a diferencia de que una sola empresa se haga cargo de las obras, Baraldi manifestó que seguirá apostando a esta metodología fragmentada”, explicó Montenegro.

Sobre el significado de la obra, el profesional aseguró que más allá de la asistencia (tan necesaria) a las personas que pasan por una situación de enfermedad como las oncológicas, o bien un tratamiento prolongado, “tendrá un valor social de importancia”.

Sin embargo, toda obra merece un nombre e Isolda Baraldi comentó que aún no se ha pensado en el que llevará este centro. “Sabemos y queremos que por la magnitud de este proyecto debe ser un nombre acogedor, pero aún no está decidido, surgirá de la reunión de directores que tendremos a fin de mes. Mientras tanto, nuestra preocupación hoy en día está basada en la búsqueda de fondos que permitan que esta obra salga adelante y que toda esta gente que necesita de nuestra ayuda la tenga a la brevedad”, dijo.

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