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Un “logro sindical”: convocarán a la paritaria nacional docente antes de sumar una hora de clases

El titular de la Unión Docentes Argentinos, Sergio Romero, miembro del secretariado nacional de la CGT, destacó la "predisposición" de las y los educadores para recuperar contenidos, pero reparó que implica un cambio en las condiciones laborales con múltiples aristas


Sergio Romero flanquea al co-secretario de la CGT Héctor Daer.

“Fue un logro sindical: no se va a poner en marcha el proceso de cambio horario y de las condiciones de trabajo del personal, hasta que no se reúna la paritaria nacional docente”, destacó el titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA) y miembro del secretariado nacional de la CGT, Sergio Romero, la iniciativa de agregar una hora más de clases en las escuelas primarias del país. El plan se aprobó este viernes en una reunión del Consejo Federal de Educación en Ushuaia, donde las y los ministros del área de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires acompañaron el planteo del titular de la cartera educativa nacional, Jaime Perczyk de avanzar en “un piso mínimo de 25 horas semanales” en todo el territorio federal.

“La escuela primaria tiene que ser de 40 horas semanales. El objetivo es llegar a esa jornada completa y donde no podamos hay que lograr una jornada de 30 y que nadie tenga menos de 25 horas”, explicó el ministro Perczyk en la capital de Tierra del Fuego.

El plan no había sido consensuado previamente con los gremios docentes. “Nos sorprendió”, dijo Romero a El Ciudadano. Y cuestionó: “Asomó como voluntad unilateral del Ministerio de Educación nacional. Estuvimos reunidos en la paritaria docente antes del comienzo del ciclo lectivo y ni los representantes del Consejo Federal de Educación ni el Ministerio dijeron nada al respecto”.

Ante ello valoró la pelea que libró la UDA en la reunión fueguina, el 117 encuentro del Consejo Federal: “Vamos a transitar un posible acuerdo con el Ministerio de Educación que permita que los alumnos generen mejores aprendizajes y mejor preparación académica, pero en un marco regulado por las normativas vigentes. Esto se define en paritarias”.

El titular de UDA había salido al cruce tempranamente de la decisión, reprochando al ministro Perczyk no haber convocado a los docentes. “No tomó contacto con los trabajadores, con las organizaciones sindicales”, pese que representa “profundos cambios en el contrato de trabajo” de los educadores, cuestionó Romero.

Por ello realzó el compromiso público del jefe de la cartera educativa de conformar mesas de trabajo con los distintos sectores entre ellos los gremios docentes, y las y los ministros provinciales. “Queremos lo mejor en términos educativos para las niñas y los niños. Precisamente por eso pensamos en las condiciones de trabajo, las condiciones salariales de las y los docentes y los aspectos pedagógicos de las medidas”, detalló Romero.

“Lo importante acá es aclarar que nosotros estamos totalmente predispuestos y dispuestos a trabajar como lo hemos hecho en las peores condiciones de la pandemia para mejorar el sistema educativo; estamos dispuestos a cooperar para mejorar contenido, para que los jóvenes se capaciten y se formen para incorporarse al mundo de trabajo”, sostuvo el dirigente sindical.

De igual modo, el dirigente ratificó que la posición de la UDA es que se apliquen plenamente las leyes educativas. “Argentina tiene un marcado déficit desde hace mucho tiempo: se dictan leyes que no se cumplen, como el caso concreto de la ley de Financiamiento Educativo, que dice que hay que invertir un 6% del producto bruto interno. Y esto se ha hecho dos o tres veces, nada más”, repasó el dirigente gremial. Y advirtió que “en líneas generales” cuando se alcanza el nivel presupuestario establecido, en la posterior ejecución “el dinero para Educación va a parar a otras áreas de gobierno”.

En ese marco recordó que la propia ley federal de Educación tiene una arista “fundamental” que “solucionaría el problema de recuperar contenidos sin necesidad de tomar este atajo”, ya que plantea la jornada extendida. “Esto implicaría doble turno, mañana y tarde, y se podrían cumplir los objetivos de recuperar contenidos”, insistió.

“Aspiramos a que el Estado cumpla con las leyes vigentes en materia educativa y de financiamiento, que vendrían a potenciar la educación y calidad educativa”, completó el dirigente sindical.

También repasó Romero la disparidad que existe de una provincia a otra, lo que dificulta la extensión de la jornada en los márgenes planteados. “Está a la vista que muchas provincias tienen serias dificultades económicas”, advirtió, y puso como ejemplo a Chubut, donde el Estado provincial no viene pagando en tiempo y forma los salarios docentes, con lo cual menos podría afrontar mayores erogaciones, aunque el 80% de la inversión recaiga quede a cargo del Estado nacional.

No es la única dificultad: Romero dimensionó los cambios que se encadenan al sumar una hora de clase en el caso de las y los docentes que prestan tareas en más de una institución educativa: en el caso de UDA, el 70 por ciento de los afiliados atraviesan esa situación, “trabajan mínimamente en dos escuelas y en dos turnos”. Y el 30 por ciento que trabaja en un cargo en una unidad escolar “está por debajo de la línea de pobreza”, marcó Romero.

Otra cuestión no menor es la de las ART: “Tanto alumnos como docentes tenemos seguros, hay que repasar el tema de las aseguradoras”, repasó. “Y la situación de los trabajadores auxiliares: les quedaría muy reducido el tiempo entre un turno y otro para poder ordenar las escuelas en materia de higiene para recibir a los alumnos”, reparó.

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