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Un largo viaje para trabajar

Dos menores fueron rescatados de un vivero de Pérez por orden de la Justicia Federal. Según se investiga son oriundos de Bolivia y fueron traídos en forma ilegal. Hace quince días hubo un operativo similar.

ppalPor: Agustín Aranda

Un joven de 14 años y su hermana de 13, ambos de nacionalidad boliviana, fueron trasladados a distintos institutos anteayer por la tarde, luego de que fueran rescatados en un allanamiento a un vivero de la localidad de Pérez. Ambos fueron traídos a la Argentina desde Bolivia con documentación falsa y, según los investigadores, estaban trabajando en el vivero. Hace dos semanas, y en el marco de un allanamiento similar, el mismo niño fue sacado del vivero, pero por orden judicial regresó al mismo lugar donde trabajan familiares. La causa fue girada a la Justicia Federal. Y ahora con una orden emanada desde ese fuero, el chico fue retirado del lugar y derivado a un instituto.

Según fuentes policiales, cerca de las 19 de anteayer personal de la sección Seguridad Personal realizó un allanamiento en un vivero ubicado sobre el camino a Techín, en la localidad de Pérez. Hace dos semanas, el mismo lugar fue escenario de otro allanamiento donde la Policía encontró a dos menores bolivianos trabajando de forma ilegal. Uno de chicos fue regresado a su padre, que había realizado la denuncia junto al cónsul de Bolivia en Rosario, Willem Medrano.

Anteayer, los uniformados, bajo la directiva del juez federal Marcelo Bailaque, en cuyo fuero recayó ahora la investigación, pudieron constatar que uno de los jóvenes, Daniel, de 14 años, que había sido encontrado en el allanamiento anterior, todavía se encontraba trabajando allí. Lo propio hacía su hermana Elba, de 13 años de edad.

El juez federal ordenó que Daniel sea trasladado al Instituto Juana Elena Blanco de la localidad de Carcarañá, mientras que Elba fue llevada al Instituto Ciampi, ubicado en Bermúdez al 5700.

Lisabeth, una empleada del vivero, también de nacionalidad boliviana dijo a El Ciudadano: “Hace dos semanas vino el padre de Euclides, uno de los chicos, con el cónsul y se lo llevaron. También se llevaron a Daniel, pero lo trajeron en la madrugada, cerca de las 4”, narró. Una fuente del caso, indicó que Daniel fue entregado a los responsables del vivero en menos de un día, sin embargo nadie sabe por qué.

David, otro empleado del vivero Pellizón, también vino a Rosario desde Bolivia. Según explicó a El Ciudadano “hace tres meses que hacemos changas acá. Somos todos de Tarija, Bolivia. Yo trabajé en Gálvez también”, agregó.

Tanto Lisabeth como David son parientes directos del joven que fue llevado al instituto para menores de Carcarañá. “La Policía nos dio un número para que llamemos y preguntemos por Daniel”, dijo Lisabeth.

En el allanamiento de anteayer la Policía identificó a Adrián M., de 24 años, David P., de 20 años, Nelly G., de 25 años, Miranda F., de 20 años, todos empleados del vivero y de nacionalidad boliviana. Según los pesquisas, no hay nada que haga suponer la privación de la libertad de estos trabajadores.

Por su parte, los hermanos Pellizón no se encontraban en el lugar y no fueron detenidos por la Policía, que interviene por presunta violación al artículo 145 del Código Penal sobre trata de menores para explotación laboral.

El primer allanamiento al vivero fue el pasado viernes 12 a raíz de una denuncia realizada por Walter Centeno, padre de Euclides, de 13 años, y el cónsul boliviano en Rosario, Willem Medrano, en la comisaría 6ª. La misma indicaba que Euclides había sido llevado desde Tarija, Bolivia, donde vivía con su abuela, a trabajar al vivero. En el operativo, la Policía también encontró a Daniel, quien habría regresado al vivero horas después.

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