Policiales

Zona noroeste

Balazo le atravesó la cabeza y está fuera de peligro

Ocurrió anoche en Fraga y Esquiú, en el marco de una disputa entre grupos de Empalme y Ludueña. Los atacantes, dos menores que se movilizaban en moto y están detenidos, dispararon sin mediar palabra


Un muchacho, de 23 años, fue baleado y salvó su vida de milagro, anteanoche en barrio Ludueña. Según contaron fuentes del caso, dos adolescentes se le aparecieron y le dispararon un tiro que se le incrustó en el rostro; pero el proyectil, que le entró y le salió por la cara, no le produjo lesiones de consideración. De acuerdo a lo que explicaron voceros de la investigación, los muchachos pretendían agredir al cuñado de la víctima, en medio de una pelea con gente de Empalme Graneros. Los presuntos pistoleros fueron arrestados minutos después del hecho y se encuentran detenidos, a disposición de la Justicia.

El martes a la noche,  Ángel V., de 23 años, pasó a visitar a su suegra, que vive en barrio Ludueña, junto a su pareja y su cuñado. Allí pasaron un rato y, a eso de las 21 se retiraron, con intenciones de volver cada uno a su casa. Se subieron al Renault Clio de Ángel y le dieron marcha; hicieron algunos metros y tuvieron un encontronazo.

Cuando estaban en Fray Mamerto Esquiu al 6500, entre Fraga y Perú, les cortaron el paso dos adolescentes en una moto de 110 centímetros cúbicos. Sin mediar palabra, el muchacho que viajaba como acompañante sacó un revólver calibre 32 de entre sus ropas, afirmó el brazo, le gatilló un plomo a Ángel y, junto a su cómplice, se dieron a la fuga de la escena del crimen.

El herido fue trasladado de urgencia al Heca, donde los médicos determinaron que tenía una herida de arma de fuego en el rostro. Sin embargo, al margen de la peligrosidad del ataque, el muchacho tuvo mucha fortuna. Según lo que explicaron allegados a la pesquisa del caso, el proyectil que le dispararon los motoqueros le ingresó por el cachete, pasó por detrás del pómulo y salió junto a la nariz, sin provocarle lesiones de consideración. Luego de que le practicaran curaciones, el muchacho quedó internado en observación, fuera de peligro.

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