En enero pasado asesinaron a un joven de24 años en Santo Tomé. Este jueves detuvieron al presunto agresor que fue imputado por el fiscal Martín Torres por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Ahora el sospechoso quedó detenido en prisión preventiva. Además se investigan amenazas a testigos tanto del imputado como de sus allegados.
La noche del domingo 17 de enero en inmediaciones de calle 9 de Julio al 3.300 de Santo Tomé Ariel Maximiliano Ardiles circulaba a bordo de una bicicleta cuando, según la imputación, el sospechoso identificado como E.J.A.Q. le dijo que lo iba a matar. Sacó un arma de fuego calibre 9 milímetros y disparó en dirección a la víctima al menos cinco veces.
La víctima quedó tirada en el piso agonizante y el agresor se fue en la bicicleta. A los minutos Ardiles murió en el lugar. Hubo testigos del hecho y los investigadores identificaron al posible autor. Se hicieron varios allanamientos con resultado negativo hasta el miércoles pasado cuando E.J.A.Q., de 27 años fue detenido en una vivienda ubicada en Santo Tomé.
El fiscal Torres lo imputó por el crimen y luego tuvo lugar la audiencia de prisión preventiva que presidió la jueza Susana Luna. El funcionario del MPA pidió la privación de la libertad del sospechoso al entender que “los riesgos de entorpecimiento probatorio y de peligro de fuga no se valoraron como pronósticos, sino que fueron acreditados como circunstancias efectivamente existentes”.
Contó que durante enero y los dos meses subsiguientes se llevaron a cabo allanamientos con el fin de ubicar al hombre investigado, “quien contó con la colaboración de su familia para permanecer “durante el último tiempo, tanto el imputado como sus allegados amenazaron a testigos para que no relataran lo ocurrido”, y agregó que “también estamos investigando esas intimidaciones”.
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