Ciudad

Fin de año fatal

Un fiscal sospecha que hubo más víctimas de la fiesta

Patricio Mújica pidió información a los hospitales nicoleños sobre personas asistidas con cuadros de deshidratación.


Sasha New Year’s Eve Party se convirtió en tragedia el 1º de enero pasado. Lo que debería haber sido una fiesta terminó con dos personas fallecidas y un sinnúmero de quejas de los asistentes a una fiesta electrónica que tenía como eje disfrutar de uno los DJ más importantes a nivel mundial. Hoy, la empresa organizadora del evento, Live Art Producciones, está en el ojo de la tormenta. El fiscal nicoleño a cargo que instruye la causa por la muerte de Lucas Liveratore, Patricio Mújica, remitirá copias de su investigación a la Justicia federal. Sin bien espera el examen toxicológico al cuerpo del joven, cuenta con la seria presunción de que la víctima padeció un cuadro de deshidratación y que es probable que la muerte fuera consecuencia de lar ingesta de éxtasis. A su vez, ante la información que recibió sobre más personas afectadas después de la fiesta, ofició a todos los hospitales de San Nicolás  para que brinden los datos sobre personas con probables cuadros de deshidratación tras la asistencia a este evento.

Por su parte, su par rosarino Walter Jurado se declaró incompetente para una investigación vinculada a los estupefacientes y se limitará a la pesquisa por la muerte de Giuliana Maldovan, de 20 años. Finalmente los dos responsables de la creación del evento se presentaron ante la Justicia provincial y federal tras los allanamientos que se produjeron en sus domicilios y pusieron a disposición, a través de sus abogados, la documentación que acredita las actividades que realizaron para realizar el evento.

La fiesta electrónica que derivó en la muerte de dos personas abrió dos fases judiciales. Por un lado, en el fuero ordinario un fiscal rosarino y otro nicoleño investigan las muertes de las dos víctimas fatales, mientras que los fiscales federales Mario Gambacorta y Diego Iglesias, éste último de la Procunar, iniciaron una pesquisa por la probable comisión del delito de comercialización de estupefacientes o facilitamiento del lugar para la venta.

Lucas Liveratore tenía 34 años, estaba a punto de recibirse de psicólogo y había dejado la casa materna hacía 6 meses. Su nuevo hogar, quedaba a pocas cuadras de las viviendas de su familia y el contacto con ellos era continuo. Lucas fue a la fiesta electrónica en Arroyo Seco y esa madrugada volvió a su casa, pero nunca más respondió a los llamados. Su abuela y un amigo decidieron ir hasta su vivienda y con una llave que tenía la primera abrieron la puerta. Y se encontraron con el peor cuadro. El muchacho estaba muerto.

La investigación por su fallecimiento está a cargo del fiscal Patricio Mújica, quien mantuvo contacto con la Procunar y remitirá copias de las actuaciones a la Justicia federal. El fiscal sostuvo que tiene acreditado que Liveratore asistió a la fiesta y consumió éxtasis. En su pesquisa hay evidencia de la “nefasta” y “muy precaria” organización de la fiesta y también el descontrol del ingreso. “Existen en la causa tickets sin cortar”, detalló. Y dijo que tiene información de que se agotó el agua, que había una sola barra que vendía este suministro y era atendida por tres personas. Otro dato que pudo chequear fue que el calor sofocante se incrementó con la lluvia cuando el grueso de la gente que estaba en el exterior ingresó al local.

Mújica dijo que esperan el examen toxicológico al igual que su par rosarino, aunque cuenta con la presunción seria de que Liveratore sufrió un cuadro de deshidratación y es probable la muerte por ingesta de esa droga. Además sostuvo que cuenta con datos de que no fue el único cuadro de deshidratación que se dio en nicoleños asistentes a la fiesta, por lo que pidió a los efectores de salud determinar quiénes y cuantas personas ingresaron tras la fiesta con cuadros de este tipo.

En Rosario

El fiscal Walter Jurado de la Unidad de Homicidios Culposos de la provincia se declaró incompetente para la investigación vinculada a la infracción a la ley de estupefacientes y mantuvo la pesquisa por la muerte de Giuliana.

A su vez, el juez federal dispuso allanamientos a la Municipalidad de Arroyo Seco, en el boliche y en los domicilios de los dos responsables de la productora que llevó a cabo la fiesta electrónica.

Tras la medida los propietarios, a través de sus abogados Adrián Ruiz y José Ferrara, hicieron presentaciones espontáneas en la Justicia y se pusieron a disposición para brindar la documentación y la información que sea necesaria sobre la organización del evento en todas las áreas. Este planteo se hizo en la Justicia provincial y federal, en este último caso el juez Marcelo Bailaque corrió traslado al fiscal Mario Gambacorta de la presentación y resolverá tras la respuesta fiscal.

Según trascendió en los allanamientos a los domicilios particulares de los responsables de la productora, se recopiló documentación vinculada a eventos anteriores a Sasha New Year’s Eve Party y existe el dato de que la fiesta electrónica de año nuevo no fue la única que se realizó en la vecina localidad de Arroyo Seco por esta firma.

“Sus padres los esperaban”

Horacio Maldovan habló con el programa Aire Público de Radio Nacional y dio declaraciones sobre la fiesta a la que asistió su hija fallecida. Sostuvo que Giuliana cometió un error pero “en la fiesta ayudaban a la gente a drogarse, no hubo prevención”. Afirmó que no estuvo presente el Estado ni los organizadores, “el negocio era ése”, refirió. “No puedo entender cómo una organización que tuvo 4 mil personas adentro del predio pueda cortar el agua. Del momento en que cortan el agua lo único que les importa es recaudar, vender las botellitas de agua” evaluó y no le creyó al intendente que dijo que no sabía que se trataba de una fiesta electrónica. Finalmente dio un mensaje a los pibes: “Chicos, cuídense. En su casa los están esperando, cuídense mucho. No se dejen llevar, que Giuli les sirva de ejemplo, no son indestructibles chicos, háganle caso a sus padres”.

En Rosario, afirman, el control es estricto

Gustavo Leone, secretario de gobierno municipal, fue consultado en el programa Aire Público sobre la fiestas electrónicas y los pedidos para realizarlas en Rosario. Sostuvo que en todos los casos exigen una serie de requisitos de acompañamiento entre el organizador, la Secretaria de Control del municipio, la Secretaría de Salud Pública y la Secretaría de Desarrollo Social. “Hemos tenido fiestas en las que no ha habido inconvenientes y hemos aumentado los requisitos tanto en la previa, durante y a la salida de la fiesta”, argumento el funcionario.

Leone refirió que el mismo organizador de la fiesta de Arroyo Seco solicitó una autorización en su momento y le exigieron una serie de requisitos, por lo que desistió de hacer la fiesta. Explicó que los requisitos que le solicitaron tenían que ver con mayor presencia en la disuasión de consumo, y un esquema de control mucho más firme tanto de la Secretaría de Control municipal y de la Policía dentro de la fiesta para controlar que no haya venta de sustancias que no correspondan.

Además, la contratación de promotores al ingreso de la fiesta para mantener un diálogo y entregar documentación sobre las implicancias de un consumo no responsable de sustancias. “Le duplicamos las exigencias en relación a requisitos de salud y también estuvimos trabajando muy de cerca la provisión de agua para que no hubiera dificultades, que es uno de los puntos clave”, refirió.

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